Premio Nobel de la Paz
Las aberraciones del Nobel de la Paz
A la espera del ganador o ganadores de este año, damos un repaso a aquellos candidatos más sorprendentes
Quizá el caso más llamativo de un candidato al Nobel de la Paz sea para Adolf Hitler, al que presentaron como “el príncipe de la Paz en la Tierra” hace 80 años, en 1938. La nominación la hizo un miembro de la Academia Sueca llamado Erik Brandt que pretendía crear polémica entre los propios parlamentarios suecos y lo consiguió. Esto nos da una idea aproximada de lo sencillo que es nominar a alguien extraño para este “prestigioso” Premio internacional.
En 120 años de premio han pasado por sus listas cientos de nombres entre lo sorprendente y lo aberrante. Aparte del susodicho dictador nazi, que alegaron que tenía un “ardiente amor por la paz”, dentro del mismo gremio también fueron nominados Stalin, entre 1945 y 1948, en base a su esfuerzo actitud para dar fin a la Segunda Guerra Mundial. Mussolini también fue candidato en 1935 por propuesta directa del profesorado de la Universidad de Giessen (Alemania). Estos ejemplos ilustran la facilidad con que una persona u organización, cualesquiera que sean sus méritos, puede competir por el premio más prestigioso del mundo. Las únicas condiciones son que las propuestas sean enviadas antes de la fecha límite del 31 de enero, y que provengan de una de las miles de personas con derecho a hacerlo, como parlamentarios y ministros de todos los países, exlaureados, ciertos profesores de universidad, o miembros actuales o pasados del Comité Nobel. “Ni Hitler ni Stalin ni Mussolini han sido considerados seriamente para el premio Nobel de la Paz”, dijo el historiador Geir Lundestad, ex secretario del comité. “Lo que más me sorprende es que muchos dictadores de todo el mundo se han abstenido de ser nominados”, apuntó.
La lista de candidatos se mantiene en secreto durante al menos 50 años, pero una persona o entidad que lanza una candidatura puede dar a conocer su propuesta. Así, se sabe que Michael Jackson se encontró en la carrera por el Nobel de la Paz en 1998. “Los parlamentarios rumanos que propusieron al cantante juzgaron esta designación bastante seria, pero tampoco fue estudiada por el comité”, dijo Lundestad. Otras propuestas causan, como mínimo, sorpresa, como la de Slobodan Milosevic, serbio juzgado por genocidio, o la candidatura de la FIFA en 2001. El Nobel de la Paz de este año contaba con 304 candidatos, 219 de ellos individuos y 85 organizaciones, informó en febrero el Comité Nobel Noruego.
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