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Las mujeres de @larazon.es #JuntasSomosMásFuertes

Una muestra de las mujeres que forman parte de la redacción de LA RAZÓN opinan sobre el papel de la mujer en la sociedad actual.

Las mujeres de @larazon.es #JuntasSomosMásFuertes
Las mujeres de @larazon.es #JuntasSomosMásFuerteslarazon

Una muestra de las mujeres que forman parte de la redacción de LA RAZÓN opinan sobre el papel de la mujer en la sociedad actual.

Una muestra de las mujeres que forman parte de la redacción de LA RAZÓN opinan sobre el papel de la mujer en la sociedad actual.

Sin etiquetas, por favor; Pilar Gómez, Subdirectora

Hay partidos que las prescriben, entidades que las señalan, asociaciones que las cuadriculan. Mujeres con etiquetas. Como en un supermercado ideológico. Buenas y malas, progresistas y reaccionarias, comprometidas o fascistas. No es ese el camino. Todas tenemos un objetivo común que es el de transformar la sociedad para alcanzar un modelo en libertad, sin imposiciones, sin clasificaciones. Un modelo en el que se persiga la igualdad. Sin excesos radicales, sin maximalismos obtusos. Mucho se ha conseguido, cierto. Pero sigue habiendo brechas. Sociales, educativas, salariales, profesionales. Es ahí donde es preciso luchar.

Las razones antes que las siglas; Carmen Morodo, Adjunta al director

Rechazo la institucionalización que el Gobierno ha hecho del feminismo. Rechazo el manoseo de los partidos para apropiarse de la causa de la mujer cuando creen que les da votos, y olvidarse de ella cuando se pasa el ruido electoral. Rechazo que se utilice la batalla por la igualdad de derechos y deberes para enfrentar a las mujeres. Y no comparto el manifiesto oficial de esta movilización. Pero la apoyo y me sumo porque no es una batalla de géneros ni de votos. Las razones por la igualdad real y efectiva antes que las siglas de unos y otros. Por las mujeres que nos han traído hasta aquí y por las niñas y los niños de hoy.

La política, esa cosa de dos; Alejandra Clements, Redactora Jefa de España

No podían ser policías, militares o juezas. Tampoco se les permitía tener una cuenta en el banco sin el permiso de un hombre. Distopía en 2018, pero realidad en los albores de nuestra democracia. Ellas, las mujeres de la Transición, se lanzaron a la conquista de un espacio público hasta entonces masculino: de los 700 parlamentarios en 1977 solo 21 eran diputadas y seis senadoras. Hoy se cuentan145 diputadas y116 senadoras. Los derechos de la mujer en España han evolucionado al ritmo del empuje feminista en la vida política. Con fuerza, pero aún con un largo recorrido para la igualdad plena. Este 8-M es un buen día para recordar a precursoras como Clara Campoamor, que exigió a sus coetáneos «dar entrada a esa mitad de género humano en política para que sea cosa de dos».

Una cuestión de dignidad; Rocío Colomer, Jefa de sección de Internacional

El movimiento MeToo en algunos puntos del planeta es un plano fundido en negro. Pese a los esfuerzos internacionales para conseguir avanzar en los derechos de la mujer; en algunas regiones la situación se reduce a un debate tan básico y tan elemental como el de la seguridad y la justicia. En este 2019 todavía hay un tercio de las mujeres que va a sufrir algún tipo de violencia física o sexual a lo largo de su vida. Todavía hay niñas que son obligadas a casarse y todavía se les niega el acceso a la educación. Europa no puede dar la espalda a esta realidad y debe trabajar para combatir esta lacra. Tenemos la obligación moral de ser un faro de luz en medio de esta oscuridad. Por ellas y por nosotras. Es una cuestión de dignidad.

Armas de mujer; Macarena Gutiérrez, Redactora de Opinión

La condición de mujer y periodista sobre el terreno puede ser una faena doble o un arma. Es cierto que en muchos lugares del mundo eres una ciudadana de segunda, pero esa condición de invisible te permite, a veces, acercarte más, preguntar más e, incluso, arriesgar más. Esto no significa que la vida de las reporteras esté llena de facilidades; muchas ya han librado gran parte de la batalla antes de coger el avión. Y seguirán haciéndolo cuando lleguen a la redacción. Queda mucho camino por recorrer y motivos para reivindicar, para permanecer alerta. Baste recordar que, hace apenas 50 años, una mujer necesitaba el permiso de su marido para tener pasaporte.

Heroínas anónimas; Rocío Ruiz, Jefa de sección de Madrid

La historia está llena de grandes nombres de mujeres que han hecho historia en todos los ámbitos y muchas ya han quedado en el olvido. Hoy es mi vecina, mi amiga, mi compañera de trabajo, la que cruza ahora la calle, la gran heroína anónima de nuestro tiempo... Aquellas que coronan la cima más alta por su familia. Lo consiguen renunciando a su promoción profesional o resolviendo cada día el sudoku más complicado para hacer compatible su trabajo y su familia. Seguimos siendo las que nos ocupamos del cuidado de los hijos. Hoy, más que nunca, merecemos un reconocimiento y la exigencia de igualdad.

Los 365 días del año; Gema Pajares, Jefa de sección de Cultura

Todos son el Día de la Mujer, los 365, desde que amanece hasta que la luz se oculta. Por eso hoy celebraré desde mi mesa de trabajo que soy y que me considero igual que mis compañeros. Y lo haré sin voces ni consignas ni manifestaciones. Sin ese feminismo tan extremado a veces en el que hoy parece que hubiera que militar para no ser tachada de reaccionaria. No será el de hoy un día diferente ni me sentiré por encima de nadie, sino que reivindicaré mi derecho a seguir siendo madre orgullosa y trabajadora. Todo el año, no solo hoy.

La brecha también es digital; Charo Bernao, Jefa de sección de Internet

Pese a que lo que se considera como uno de los primeros programas informáticos fue creado por una mujer, Ada Lovelace, hija de Lord Byron, la tecnología sigue estando dominada por los hombres. La llegada de las nuevas tecnologías ha provocado una nueva forma de desigualdad: la llamada brecha digital de género. Son necesarias políticas educativas que fomenten las vocaciones tecnológicas entre las mujeres, para que dejen ser consideradas meras «consumidoras» y se conviertan en «creadoras».

La mochila de la imagen; Cecilia García, Jefa de sección de Televisión y Comunicación

Cuando un hombre peina canas resulta ser un madurito interesante. Si a una mujer le ocurre lo mismo, pasa por ser una dejada si no se tiñe. Si una política no hace bien su trabajo, uno de los primeros calificativos que recibe es que es fea. Pero nunca se usará como arma arrojadiza para un líder de la cosa pública que es calvo o gordo. La fealdad y la edad penalizan más a una fémina que a un varón. Son (micro) machismos que, y ahí está lo más sangrante, propician las propias mujeres. Nos lo dicen las madres, hermanas, amigas... Y es que muchas sienten que hay que cuidarse, no por ellas, sino para lograr la aprobación de no se sabe quién.

Productividad, nuestro mayor prejuicio; Paula Poveda Jefa de sección de Sociedad

Su simple imagen, en forma de foto en el curriculum, deja fuera de los procesos de selección al 30% de las mujeres. Un precipicio cuya altura aumenta para las que son madres cuyas opciones se reducen al acceder a un nuevo puesto de trabajo un 35,9%. No es cuestión de preparación: la buena noticia es que la distancia entre hombres y mujeres se acorta cuando lo que el empleador busca es cualificación. El techo de cristal continúa inquebrantable para nosotras, y solo se romperá cuando se acabe con estos prejuicios asociados a la productividad.

Feminización de la Sanidad; Eva S. Corada, Redactora A Tu Salud

No es casualidad que muchas campañas de salud puestas en marcha en países en vías de desarrollo o del tercer mundo tengan como foco a la mujer. Así se garantiza que las medidas que se quieren implementar repercutirán en toda la comunidad. Aunque con algunas modificaciones este rol de la mujer se mantiene también en nuestro «primer mundo» siendo ellas, mayoritariamente, las responsables del cuidado de la familia. La feminización de la Sanidad es una realidad, hasta el punto de que un 70% de los profesionales de la salud es mujer. Es tiempo de que la mujer cuide también de sí misma, de su salud y su bienestar.

Pasado y futuro; Connie G. Santos, Jefa de sección de Fotografía

Tengo 53 años, una edad para poder hablar del pasado, del presente y aventurarme con el futuro. ¿Imaginan cómo era hace años el trabajo de una jovencísima fotógrafa en un campo de fútbol? Las gradas coreaban al unísono chascarrillos que prefiero olvidar. Tenía que justificar siempre que era tan buena o más que los demás. Actualmente soy jefa de la sección de Fotografía y a mi cargo tengo siete hombres y una mujer. Esta es mi lucha y deseo que en mi próxima foto de una cumbre haya más políticas y, enfrente, más compañeras compitiendo por la mejor imagen.Aunque han cambiado muchas cosas desde mis inicios, todavía hay mucho camino por recorrer.

Que no sea solo un día; Emma Arroyo, Jefa de sección de Diseño y Maquetación

Queda muy bonito que cada 8 de marzo las mujeres nos hagamos visibles, que vivamos empoderadas las 24 horas de ese día, que los medios nos tengan como protagonistas absolutas, que todos se pongan del lado de lo políticamente correcto y que por fin nos visibilicen. Pero cuando esta efeméride pasa, los problemas siguen imperturbables, pesados y con pocas posibilidades de resolución. Al margen de feminismos mal entendidos, solo a través de la colaboración y la comprensión entre mujeres y hombres podremos avanzar como sociedad, convencernos todos de que el 8-M son los 365 días del año.

Machismo zoonímico; Emer Iglesias, Jefa de sección de Mesa de Continuidad

Los tribunales cada vez más condenan como machismo los insultos a la mujer cuando se la compara con animales. Las metáforas zoonímicas están integradas en nuestro lenguaje y convivimos con ellas. Expresiones como ser un lince, tener memoria de elefante, astuto como un zorro o estar como un toro se usan para enaltecer cualidades humanas que se atribuyen a ciertos animales. Pero otras como: eres una zorra, más terca que una mula, más puta que las gallinas, ser una perra, una rata asquerosa o estar como una foca son comparaciones sexistas que los tribunales ya comienzan a considerar delito de género.