León XIV

León XIV bendice con el Anillo del Pescador y pone a todos bajo su Palio

El Papa hace gala a la etimología de su cargo dando lugar a múltiples realidades de la Iglesia en el de inicio de su pontificado

Pope Leo XIV stands with a fisherman's ring (Piscatory Ring) and pallium during his inauguration at St. Peter's Square for. Robert Francis Prevost is the first pontiff from the United States.
Pope Leo XIV stands with a fisherman's ring (Piscatory Ring) and pallium during his inauguration at St. Peter's Square for. Robert Francis Prevost is the first pontiff from the United States. Michael KappelerDPA vía Europa Press

El día que se cumplen 105 años del nacimiento de san Juan Pablo II, León XIV ha recibido en una abarrotada Plaza de San Pedro los símbolos de inicio de pontificado: el Palio del buen pastor y el Anillo del Pescador.

Los cardenales Zenari y Tagle entregaron al nuevo obispo de Roma el palio y el anillo, respectivamente. En ambos casos Prevost se ha mostrado visiblemente emocionado, con gestos muy cercanos ante sus hermanos del colegio cardenalicio.

Antes, la primera de las lecturas de la Misa ha sorprendido a todos al leerse en perfecto castellano. Mariola Borell, española de 34 afincada en Roma que trabaja en programas de formación para jóvenes del Opus Dei, ha sido la encargada de proclamar la lectura a los más de 200.000 fieles congregados en la ciudad eterna.

Paz y unidad

Tras este momento, cuando se acercaron los representantes de clero, obispos, religiosos y laicos, León XIV tuvo gestos de clara cercanía con todos ellos, como la hermana Oonah O’Shea, presidenta de la Unión de Superioras Generales; el matrimonio formado por Rafael Santa María y Ana María Olguín, y la pareja de novios Josemaría Díaz y Sheyla Cruz, hasta el venezolano Arturo Sosa, superior de los jesuitas.

En la primera homilía de su ministerio, León XIV ha hecho un claro e intenso llamamiento a la paz y la unidad.

El discurso comenzó con una cita de San Agustín, y posteriormente se presentó al mundo de la siguiente manera: «Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor, vengo como un hermano que quiere hacerse siervo de vuestra fe y vuestra alegría». León XIV quiere vivir su pontificado lejos de la «tentación de ser un líder solitario».

De hecho, el Papa ha indicado que lo que se le pide a un pontífice es «servir a la fe de sus hermanos caminando junto a ellos». Para ello la paz entre todos y la unidad es el mejor camino. Con estas palabras León XIV pone de manifiesto su apertura a escuchar y a atender a todas las personas y realidades del cristianismo, dando voz y lugar a todas ellas para el correcto desempeño de su ministerio.

Con humildad, expresó su deseo de «desaparecer para que permanezca Cristo», comprometiéndose a ser un puente entre las diversas corrientes internas de la iglesia y a servir como faro en un mundo herido por el odio y la desigualdad.

Este es el primer deseo de León XIV: «Una iglesia unida que sea símbolo de unión y que sea fermento de un mundo reconciliado», explicó en referencia a otra pata de lo que desea para su pontificado: la paz.

El Pontífice ha querido dejar claro que solo se puede avanzar si se está en paz con el mundo y en el mundo. Debemos «construir un mundo nuevo donde reine la paz. Este es el espíritu misionero que nos debe animar», comentó.

Gestos simbólicos

Al concluir la misa de inicio de pontificado, y ya dentro de la Basílica de San Pedro, el Santo Padre ha recibido a las autoridades y representantes de las 150 delegaciones internacionales presentes en el evento.

El saludo de León XIV con Felipe VI y la Reina Letizia ha sido significativamente efusivo y cercano, con un prolongado apretón de manos en el que ambos jefes de estado han intercambiado palabras de felicitación y agradecimiento.

En días anteriores, la Casa Real emitió un comunicado en el que el rey Felipe VI destacaba el «fuerte vínculo» del León XIV con Iberoamérica y su deseo de ver en su pontificado una Iglesia que «construya puentes, fomente el diálogo y sea siempre portadora de paz» .

Estos gestos hacen pensar que el pontificado de León XIV será un importante hito en las relaciones internacionales y ecuménicas, queriendo acoger y llegar a todos, vengan de donde vengan. Y todos bajo su Palio.