Energía nuclear
Límite 2017: los residuos que guarda Francia irán a Villar de Cañas
65.000 euros al día es lo que pagaba el Gobierno español a nuestro vecino francés porque nos guardara los residuos de la desmantelada central de Vandellós I, ya que no contamos con una infraestructura adecuada para almacenarlos. De ahí la importancia, como indicó la vicepresidenta del Gobierno, al finalizar el Consejo de Ministros en el que se decidió dónde se iba a construir, de contar con unas instalaciones propias que eviten este sobrecoste. En febrero de 2015, el Ejecutivo renegoció el acuerdo que tenía con el país vecino y postergó la repatriación de los residuos de la central de Tarragona hasta octubre de 2015. Eso sí, el fabricante de los reactores atómicos Areva y dueño del cementerio nuclear de La Hague, al norte de Francia, mantuvo su cláusula por la que desde 2011 Enresa debe pagar a Areva una fianza de 65.000 euros al día. Si los residuos se recogían antes de octubre de 2015, el dinero se les devolvería. Pero aquí no acaban las negociaciones; el año pasado los dos gobiernos volvieron a juntarse para alcanzar un nuevo acuerdo, mucho mejor que los anteriores y que ha permitido que la deuda no siga creciendo. Como explican a este diario desde Enresa (entidad responsable de la gestión de todos los residuos radiactivos que se generan en nuestro país), «el material radiactivo de Vandellós I que se envió a Francia para su reprocesamiento retornará a España en 2017. Según el acuerdo establecido con Areva, la mejora de la calidad de los bultos a retornar permite un número muy inferior de transportes y se prevé trasladar los residuos cuando el ATC esté operativo en Almacén de Espera de Contenedores». Así que hasta que el proyecto de Villar de Cañas se construya y esté operativo dentro de dos años es clave para cumplir con el acuerdo. Los cálculos de la entidad responsable de los residuos estiman que, gracias a la firma del acuerdo, España puede ahorrar entre 220 y 280 millones de euros. Y es que, según cálculos de Enresa, frente a los ochenta o noventa transportes inicialmente previstos se realizarán de uno a cinco. Eso sí, España ya ha abonado 194 millones de euros y debe cumplir con su palabra y traerse los residuos de la antigua central que se incendió en 1988 antes de junio de 2017, fecha límite que han puesto los responsables de Areva. Por eso esperan que el almacén de Villar de Cañas esté listo a finales del año que viene.
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