El enigma de Jon: La zona en la se halló su cuerpo ya fue rastreada

Un familiar identifica el cadáver del joven de 19 años, al que se le perdió la pista el pasado 30 de diciembre cerca del pantano de Urrunaga (Álava).

Jon Bárcena Amezua salió de su casa en Berriz el pasado 30 de diciembre. El montañero se dirigió, con unos amigos, a escalar la cumbre del Gorbea. Se separó del grupo y desde entonces no se supo nada de él. Ayer, una amiga de la familia halló su cadáver en las inmediaciones del pantano de Urrunaga, tras varias batidas organizadas por los vecinos y la Ertzaintza.

A la espera de la autopsia definitiva, el cuerpo no presenta signos de violencia, según informó ayer la consejera vasca de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia. Hacia las nueve de la mañana, componentes de la batida alertaron a los miembros de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza de que acababan de localizar el cadáver de una persona, un varón joven, cerca del embalse.

La persona que lo encontró se describe como una «amiga de la familia» que aseguró que «muchos» de los que estaban esa mañana buscándole habían pasado antes «bastantes veces» por donde ha sido finalmente hallado y que aquello resulta frustrante y difícil de interpretar.

Jon se separó de su grupo de amigos cuando ascendían el monte. Al parecer se sintió indispuesto, por lo que tomó la decisión de dar media vuelta. Sus compañeros continuaron la marcha. Él se dirigió al punto de inicio de la ruta, en solitario. Pero cuando el resto del grupo regresó al lugar acordado, comprobaron que éste no estaba esperándoles. Fue entonces cuando dieron el aviso de su desaparición.

La zona donde se encontró el cuerpo del joven se sitúa a unos 150 metros de la caseta en la zona de la Chopera, en el término municipal de Legutiano. El mismo área donde, a principios de enero, se habían localizado algunas de sus pertenencias. Sin embargo, el cadáver se situaba fuera del camino, en un paraje de bosque cerrado de difícil acceso y con zarzas.

La identificación fue realizada sobre el terreno, por uno de los familiares de Jon, que participaba en su búsqueda. «Nadie quería que esto acabara así, siempre había una pequeña esperanza de que no estuviera muerto», confesó un amigo, al tiempo que calificó de «tortura» lo vivido por la familia.

Sus familiares se volcaron en tratar de localizarle y distribuyeron su fotografía a través de las redes sociales, con el fin de obtener información sobre su paradero. Así, la hermana mayor de Jon, Miren Bárcena, escribió un mensaje en Twitter el pasado 23 de enero, fecha en la que Jon habría cumplido 20 años. «Felicidades, pequeño». Karmen Amezua, la madre de ambos, también publicó un emotivo mensaje en la red de microblogging: «Naciste hace 20 años. Hoy no sé dónde estás o cómo estás y no puedo encontrarte. Hoy no puedo abrazarte, no puedo unir tu cuerpo en mis brazos».

A partir del momento de la localización se activaron los protocolos y diligencias tanto policiales como judiciales, trasladándose al lugar los especialistas. La Ertzaintza, por el momento, mantiene abierta la investigación y permanece a la espera de los análisis forenses definitivos para confirmar la identidad del fallecido, así las circunstancias ligadas al caso.