La Coruña
Los cabecillas del secuestro son dos hermanos, uno de ellos, novio de la hija de los dueños de la casa de Lalín
Los cabecillas de la organización que mantuvo secuestrado cinco días a un empresario de Cambre (La Coruña) pidieron un rescate de 70.000 euros por su liberación.
Los cabecillas de la organización que mantuvo secuestrado cinco días a un empresario de Cambre (La Coruña) y que pidió un rescate de 70.000 euros por su liberación son dos hermanos, uno de los cuales mantiene una relación con la hija del matrimonio propietario de la vivienda de la parroquia de Xar, en el municipio pontevedrés de Lalín, donde esta madrugada el rehén fue liberado por agentes de la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil. Según han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación, los dos hermanos, la novia de uno de ellos y los padres de ésta permanecen detenidos en el cuartel de Lonzas, en A Coruña, junto a los otros dos detenidos, que son el hijo de uno de los cabecillas de la organización y un vecino de la vivienda de Lalín donde el empresario permaneció secuestrado y que, en el momento de la entrada de los agentes, se hallaba allí.
Los siete, dos de los cuales tienen antecedentes policiales graves --uno de ellos estuvo en prisión por homicidio--, serán puestos a disposición judicial de un juzgado de instrucción de Betanzos (La Coruña) en un plazo aún no determinado. Cinco de los arrestos se practicaron de madrugada en la vivienda de Lalín, donde también estaba un menor de 14 años de edad, hijo de la mujer que es novia de uno de los cabecillas, que ha quedado bajo la custodia de su padre biológico. El secuestro se produjo el pasado sábado 18 de enero y fue denunciado por la esposa del rehén, un empresario del sector maderero de 41 años de edad, el día siguiente. Los captores pidieron a la familia un rescate de 70.000 euros y fijaron este viernes de plazo para efectuar el pago.
Los agentes de la Guardia Civil localizaron en las últimas horas el lugar en el que estaba retenido el secuestrado, un cobertizo anexo a la vivienda de Xar, y a las dos de la mañana de este viernes, la Unidad Especial de Intervención entró en la propiedad y encontró encapuchado, maniatado y desorientado al empresario que llevaba cinco días "en condiciones infrahumanas".
Aparte de estas cinco detenciones, cuando los agentes iban a proceder al arresto en Melide (La Coruña) de otras dos personas, éstas intentaron darse a la fuga y acabaron embistiendo a un coche patrulla, pero lograron ser interceptados y detenidos.
Sin deudas
Las fuentes de la investigación consultadas por Europa Press han señalado que los propietarios de la vivienda donde se mantuvo el cautiverio del empresario tenían conocimiento de lo que ocurría en un galpón de la propiedad. Asimismo, han ratificado que el empresario secuestrado no mantenía ninguna deuda con sus captores, como ya había dicho su familia. Se reafirman, en cualquier caso, en el móvil económico para obtener los 70.000 euros que pedían los captores y no descartan que incluso la organización pudiese haberse equivocado de persona. Mientras, vecinos de la zona manifestaron su sorpresa por lo ocurrido al describirlos como "buena gente", aunque algunos ponen el foco sobre la hija de éstos y su pareja.
El matrimonio de jubilados detenidos pasó buena parte de su vida en Francia, donde él trabajó en "el viñedo", según han señalado a Europa Press vecinos de la zona. A su regreso se instalaron en Silleda y hace unos ocho años se mudaron a la casa de Xar, en Lalín, construida por la hija, siempre según el relato de habitantes de la zona. Ella es natural de Lodeiro, en Lalín, y él, de Murcia, llevaba a su nieto más pequeño todas las mañanas hasta el punto por el que pasaba a recogerle el autobús para ir al instituto de Lalín al que acababa de empezar a ir. A continuación también trasladaba a su nieto mayor, de unos 21 años, hasta su centro de trabajo, un establecimiento de restauración cercano.
Según aseguran vecinos de esta parroquia lalinense, el hombre no varió su rutina en los últimos días. Además, según afirman, no observaron nada extraño en las inmediaciones de la casa en los últimos días, excepto una mujer que dice haber visto movimientos en la tarde del jueves. La jornada laboral del mayor de los nietos concluye sobre las 4,00 horas, por lo que este viernes, cuando llegó a su casa, tuvo conocimiento de la operación policial que se había llevado a cabo en ella un par de horas antes, según señala una mujer que vive a escasos 300 metros de la casa en la que tuvo lugar el cautiverio del empresario de Cambre. Todos los vecinos consultados por Europa Press han mostrado su sorpresa por lo ocurrido y destacan que se trataba de un matrimonio normal. "Ella iba a gimnasia al club social y él, de vez en cuando, venía y tomaba un café o un vino", apuntan los propietarios de un restaurante próximo.
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