Prostitución

Los menores víctimas de la trata aumentan en un 337%

En 2012, la Policía detectó 16; un año más tarde, 47, y en 2014, 70. Sanidad e Interior ultiman un nuevo plan contra la explotación sexual

En 2013, los agentes liberaron a un niño y a su madre, a la que obligaban a prostituirse
En 2013, los agentes liberaron a un niño y a su madre, a la que obligaban a prostituirselarazon

Naciones Unidas cifra entre siete mil y doce mil millones de dólares el dinero que mueve la trata de mujeres –siete de cada diez víctimas– con fines de explotación sexual. En España, se mueven cinco millones de euros cada día, de acuerdo con los datos que maneja el Defensor del Pueblo. Unas cifras que sitúan a este negocio por encima del tráfico de drogas y muy de cerca del tráfico de armas. Esta realidad internacional en la que también está sumido nuestro país es la que llevó a que en 2009 se aprobara el primer Plan Integral de Lucha Contra la Trata con Fines de Explotación Sexual, en cuya continuidad están trabajando el Ministerio de Interior y el de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, de forma conjunta.

Dos de los principales retos del próximo documento –que, como afirman desde la cartera de Sanidad, «no incluye ningún cambio sustancial con respecto al anterior» que finalizó en 2012, aunque se le está dando continuidad– son concienciar a los ciudadanos e intentar proteger a las más jóvenes. La realidad es queel número de menores explotadas ha aumentado en un 337%, más de cuatro veces, en sólo dos años. El dato que facilita a LA RAZÓN la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) corresponde a los años 2012 y 2014. Así, mientras en el primero se detectó a 16 menores víctimas de trata, sólo un año después esa cifra subió hasta 47. De ellas, como indica José Nieto, jefe del Centro de Inteligencia y Análisis de Riesgos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, «18 son hijas de víctimas». Y es que hasta hace dos años a los hijos no se los consideraba víctimas. Aun así, el número de mujeres menores de edad explotadas en 2013 fue de 39. El año pasado la cifra siguió creciendo y contabilizaron «70 menores, dentro de los que se incluye a 59 hijos», matiza el agente, que lleva 18 años trabajando contra la explotación sexual. El perfil de la joven no varía: «El principal país de origen es Rumanía y tienen entre 16 y 17 años». Muchas de ellas llegan a nuestro país engañadas por «loverboys», como llama la Policía a los traficantes que se hacen pasar por sus novios para engañarlas y traerlas a España. Además de Ucrania y Rumanía, también llegan muchas jóvenes de África y Latinoamérica, aunque lo que más están notando, como afirma Nieto, es el aumento de mujeres de origen chino: «Ya son la tercera nacionalidad». Sin embargo, es difícil encontrarlas en la calle o en clubes, «a ellas sólo se puede acceder a través de anuncios de contactos. Trabajan en pisos». Con abrir cualquier diario nacional –salvo LA RAZÓN– se puede dar con ellos. Por ello, desde hace varios años «realizamos un ‘‘mapeo’’ de pisos para tener localizados los puntos en los que operan las redes». Y es que, hasta 2001 «la mayoría de mujeres víctimas de trata llegaban de Colombia o de República Dominicana». Ya no. Nieto sostiene que el modus operandi de los delincuentes europeos se apoya en la necesidad y en la ilusión de que «en nuestro país encontrarán trabajo. Las engañan diciéndoles que van a trabajar en una agencia de viajes o se apuntan a agencias de empleo que luego terminan siendo falsas y acaban, con suerte, trabajando en invernaderos de Alicante, Murcia y Almería o explotadas sexualmente».

En la segunda fase del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual no sólo persiguen a los proxenetas, sino que «también queremos concienciar a los clientes de que, cuando entren a un club, tal vez las chicas que están ahí sean esclavas. Buscamos que no se sientan cómodos», porque Nieto tiene claro que «sin demanda, no hay oferta».

Las ONG son las primeras que entran en contacto con las chicas explotadas, de ahí que sean ellas las primeras con las que se reúnen los políticos para consensuar el nuevo plan. «Lo que hemos visto hasta el momento está muy bien, se están teniendo en cuenta los protocolos europeos para hacer algunas correcciones», afirma Rocío Nieto, fundadora de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp). Eso sí, una de sus grandes reivindicaciones es «traducir todos estos planes en una ley». Su asociación es la que asiste a un mayor número de menores y por eso «creemos que dentro del Plan del Ministerio del Interior deberíamos aparecer». El trabajo de estas entidades, como resalta el portavoz de la Ucrif, «es una de las claves. Siempre trabajamos coordinados porque la mujer tiene mucho miedo a denunciar. Necesita sentirse acompañada». Y no sólo ellos, la Fiscalía del Menor «es muy importante. Nos da la guardia y custodia en coordinación con el Instituto de Familia y Menor». En Apramp también destacan el aumento del número de menores que son explotadas sexualmente: «Existe mucha más demanda de niñas, buscan ‘‘carne fresca’’, cuerpos infantiles». Esta asociación lleva más de ocho años detectando esta tendencia, pero, al igual que los datos que arroja la Policía, «desde hace tres años el número se ha disparado», alertan.

Una de las exigencias que se hace desde estas organizaciones es una mayor especialización, ya que «no todo vale y hay muchos jueces que necesitanformaci´´on». Lo cierto es que si se comparan las sentencias de los últimos años es muy llamativo comprobar que, si una ONG trabaja con la víctima, tanto la sentencia como la indemnización es mucho mayor: mientras que en 2010 la cuantía no superaba los 300 euros, en una sentencia reciente la cifra ascendía a 60.000 euros, «lo que refleja la mejora paulatina de la especialización y el importante papel de las entidades sin ánimo de lucro», resalta Nieto.

Niños como elemento de coacción

El hecho de que una red de explotación sexual implique a menores hace que un caso, automáticamente, pase a ser mucho más delicado. La Policía Nacional ha desarticulado durante los últimos años un significativo número de estas redes, entre los que destaca el caso del pasado 2013 en el que una brigada de la Policía puso en libertad a un grupo de seis mujeres que habían sido retenidas contra su voluntad en un piso de Valencia, donde eran forzadas a ejercer la prostitución. Una de ellas, incluso, era coaccionada con su hijo, que también estaba retenido. Y es que utilizar a los niños como chantaje es algo bastante frecuente en este tipo de organizaciones. Muestra de ello es el reciente caso acontecido en Almería, en el que unas jóvenes nigerianas eran obligadas a prostituirse bajo la amenaza de dañar a sus hijos a través del vudú.

Testimonio

Daniela / Víctima de trata con 16 años

«Somos máquinas de hacer dinero»

Tiene 20 años y habla con un español impecable, pero cuando Daniela llegó a España hace cuatro años no sabía el infierno en el que se había metido. «Conocí a un chico donde estudiaba, en un pueblo del este Rumanía». Al poco tiempo se fueron a vivir juntos y, meses más tarde, «me trajo aquí. Me obligó a venir porque me aseguraba que él iba a ganar mucho dinero». Ahora sabe que «no era la primera». Nada más llegar le arrancaron todo lo que tenía y modifican los papeles para que, si se los piden, aparezca como mayor de edad. «Los clientes no preguntan, somos máquinas de hacer dinero». Recuerda que sufrió «palizas y maltrato». Trabajaba de nueve a doce «sin descanso» y, por supuesto, «no podías llegar sin dinero». Se escapó hace tres años y, a pesar de su denuncia, su proxeneta sigue libre, huyó a su país, donde la víctima lamenta que «seguramente ya esté cautivando a otra chica». Ahora Daniela tiene una vida nueva. Trabaja en la asociación Apramp. Es mediadora: «Hablo con chicas para convencerlas de que hay salida. Muchas son menores».