Los niños españoles, cada vez más infelices

“Los datos de la situación de nuestros niños son cada vez peores y el informe de Unicef es una auténtica bofetada de realidad”. Con estas palabras el presidente del Congreso de los Diputados, Patxi López, presentaba el último informe de Unicef sobre la equidad en la infancia con el que se pretende que los políticos se impliquen más a la hora de elaborar normas sobre la infancia. “Pedimos un Pacto por la Infancia como el de Toledo que blindó las pensiones. No hay ninguna posibilidad de cumplir los derechos de los niños si no hay un esfuerzo decidido de los gobiernos para reducir la brecha que separa a unos niños de otros”, afirmó Carmelo Angulo, presidente de Unicef España. Y es que el impacto de la crisis en los países medios, como puede ser España, está demostrando que “son los niños y los adolescentes los más afectados y que la tendencia social se está desplazando de las personas más mayores a los menores”, añadió.

Más de un tercio de los niños españoles vive en riesgo de pobreza o exclusión social pero, pese a ello, España es el país de la UE que menos porcentaje del PIB dedica a las prestaciones económicas para familias e infancia: un 0,5%, menos de un tercio de la media europea, según recuerda la organización.

En el informe se analizan cuatro parámetros claves que marcan el estado de bienestar de un niño: educación, salud, satisfacción vital e ingresos. En lo que se refiere a la primera, a lo largo de los últimos años nuestra posición no ha variado mucho, aunque Maite Pacheco, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia en Unicef España, insistió en que “el 10 por ciento de los niños españoles no pasa ninguna de las tres pruebas del Informe Pisa (Ciencias, Matemáticas y Literatura)”.

La valoración más positiva se la da Unicef al aspecto sanitario de los menores. “Tanto en España como en Estados Unidos se ha conseguido mejorar los indicadores de nutrición y de ejercicio físico”, pero a los responsables del estudio les sigue preocupando la situación de desigualdad que perciben entre las niñas.

En lo que respecta a la satisfacción vital de los menores, “España es uno de los tres países donde la brecha ha crecido más. Nuestros niños cada vez se sienten más insatisfechos, especialmente las niñas y los menores migrantes”, recalca Pacheco. Y es que este tipo de infelicidad “se asocia, en un futuro, con el acoso, el tabaquismo y la violencia”.

España también está a la cola en ingresos. Está en el número 36 de los 41 países analizados. Detrás de nosotros sólo se sitúan Israel, Grecia, Méjico, Bulgaria y Rumania. Las brechas de ingreso en las familias con niños se han incrementado en la mayor parte de los países a lo largo de la crisis. “Y el panorama no es optimista”, afirma la experta. “Nuestro gasto en infancia no es suficiente y las políticas no están siendo eficaces”. De ahí que España sea el cuarto país con más desigualdad de la Unión Europea.