Semana Santa
Los «rebeldes» de Semana Santa
En Oviedo, el ayuntamiento elimina la subvención a la Junta de Hermandades y la «desahucia» de su sede. En Cádiz, «Kichi» es criticado por su propio Gobierno por sortear las sillas
En Oviedo, el ayuntamiento elimina la subvención a la Junta de Hermandades y la «desahucia» de su sede. En Cádiz, «Kichi» es criticado por su propio Gobierno por sortear las sillas
Suprimir la misa de los domingos de la parrilla de TVE, eliminar los capellanes en el Ejército o expropiar a la Iglesia monumentos de tal simbolismo y calado como la Catedral de Zaragoza. Pero ni una mención a la Semana Santa. La cruzada de «las fuerzas del cambio» contra el hecho religioso ha pasado de puntillas este año por ella. Pablo Iglesias, consciente del fervor que despierta esta tradición, ha querido apaciguar los ánimos que exaltó tiempo atrás la secretaria de su partido en Sevilla cuando planteó eliminar la festividad más importante del calendario cristiano. «Yo jamás la quitaría», aclaró Iglesias tras alabar las virtudes de la Semana Santa zamorana. «Mi padre vive allí y es preciosa», puntualizó para evitar más polémicas. Pero lo cierto es que pese a este aparente cambio de tercio, las zancadillas a esta fiesta cristiana de gran tradición y arraigo en España han continuado.
En los municipios donde gobierna la fuerza morada y sus confluencias, las procesiones no contarán con el tradicional respaldo institucional. Mientras, en otras ciudades, como Sevilla, Podemos ha decidido directamente sortear los asientos que le corresponden en Carrera Oficial.
En Oviedo, el tripartito formado por PSOE, Podemos e IU, ha decidido eliminar de un plumazo las subvenciones a las Hermandades. «Desde el año pasado no recibimos ni un euro», declaró a LA RAZÓN el presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías, Juan Manuel Alonso, que aclara que no sólo se trata del aspecto económico: «También nos han echado de la sede, porque dicen que la necesitan para otros fines sociales». El último enfrentamiento se produjo con motivo del Caldo de Ramos, una tradición que se celebra en Oviedo desde hace 50 años. El Cabildo de la Catedral y los miembros de la Corporación Municipal acostumbraban a compartir un ágape después de la misa y la procesión, pero este año, el deán Benito Gallego decidió cancelarlo. El motivo: «No hay buen ambiente», alegó.
A pocos más de 100 kilómetros de Oviedo, en Ponferrada, las «fuerzas del cambio» también intentaron torpedear un acto organizado por una de las cofradías que procesionan en la capital berciana. La Real Hermandad Jesús Nazareno exhibió una exposición en un colegio público, lo que desató la ira de Ponferrada en Común, el PC e IU, que llegaron a amenazar al gobierno municipal, del PP, con denunciarle ante el Ministerio de Educación.
En Valencia la polémica vino cuando se eligió al concejal de Cultura, Pere Fuset (Compromís), como pregonero de la Semana Santa Marinera. Los cofrades consideraron el nombramiento una afrenta, pues Fuset había aprobado previamente una moción para suprimir los símbolos religiosos de los espacios públicos. «No es la persona idónea», criticaron.
En Cádiz, la decisión de su alcalde José María González «Kichi», cofrade reconocido de la Hermandad del Nazareno, de ceder 80 tickets de las sillas de Semana Santa a Asuntos Sociales ha enfrentado a las confluencias de su gobierno. La concejal de Cultura le recordó que desde la formación «se defiende el laicismo en las instituciones» y que «la Semana Santa es un acto cultural más, no se debe favorecer ninguna religión», espetó.
Los ateos retrasan su «procesión»
«En lugar de manifestarnos un Jueves Santo lo haremos un mes más tarde para evitar que la prohíban», anunció el portavoz de la asociación madrileña de Ateos y Librepensadores, Luis Vegas. Su intención con el cambio de fecha es «evitar polémica» y que así, la delegación de Gobierno y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid modifique su postura y apruebe la manifestación atea.
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