Filosofía
Marina: “Internet es un regalo envenenado, necesitamos comprender lo que dice Google”
“Debemos orientar la educación para que los jóvenes sepan tomar decisiones"
“Debemos orientar la educación para que los jóvenes sepan tomar decisiones"
Estamos en un momento de crucial importancia. Tenemos que tomar decisiones que pueden afectar a la evolución de la humanidad. Es lo que opina el filósofo, escritor y pedagogo José Antonio Marina (1939). A esta idea quiere llevar al lector con su último libro: “Historia visual de la inteligencia” (Conecta), ilustrada por Marcus Carús, en la que hace un repaso desde los orígenes de la humanidad hasta la inteligencia artificial. Marina alerta de que, frente a otros hitos de la historia, como la aparición de la imprenta o el surgimiento del Protestantismo, que tardaron tiempo en consolidarse, ahora todo ocurre a una velocidad de vértigo y a escala mundial. Por eso cree que se debe preparar en las escuelas a las nuevas generaciones para que puedan comprender lo que pasa, darles herramientas, no sólo para manejar los ordenadores sino, sobre todo, para tomar decisiones.
¿Por qué ahora un libro sobre la inteligencia?
Porque estamos en un momento en el que se empieza a hablar de que va a haber un cambio en la especie humano dentro de 30 o 35 años. Es decir, va a afectar a los chicos y chicas que ahora están en la escuela.
¿En qué va a consistir ese cambio que se vaticina?
En una acción mucho más potente en los seres humanos de todas las tecnologías biológicas, genéticas o digitales. Eso va a dar muchas más posibilidades a los seres humanos. Se está hablando de que pueda aparecer la superinteligencia...Hay muchas dudas sobre si eso va a ser bueno o malo, pero de lo que nadie duda es de que va a ser un cambio trascendental. Por eso empieza a hablarse de transhumanismo o poshumanismo.
Da un poco de vértigo...
Me da miedo que nos estemos dejando llevar por un movimiento maravilloso, muy acelerado pero que no sabemos muy bien a donde nos lleva, que son las nuevas tecnologías. Antes de decir adiós a la vieja humanidad creo que es conveniente enterarse de cómo hemos llegado o dónde estamos para tomar decisiones sobre el futuro. Ése es el problema más grave al que nos estamos enfrentando. Los grandes sistemas informáticos manejan mucha más información que nosotros pero, ¿quién va a tomar las decisiones? Nuestra historia ha sido intentar que el corazón no se dispare, pero que tampoco se atrase. Ahora es posible que elijamos el terreno del conocimiento, la ciencia y la tecnología fascinados por la capacidad de resolver problemas y abandonemos a un segundo plano las relaciones emocionales o de las creaciones.
¿Qué complicaciones ve a esta situación?
Lo que veo es que la tecnología va a su aire y que lo más probable es que cualquier cosa que la tecnología pueda hacer la acabará haciendo. Por otra parte, se esta produciendo un enfrentamiento entre culturas interesante que no sabemos cómo va a terminar, que es la presencia de China no sólo como potencia económica, sino también cultural. China ahora defiende, y lo hace de manera muy elocuente que la obsesión por la libertad de la cultura occidental es una manía que no sirve para nada. Propugna la idea confuciana de que lo importante no es la libertad, sino la armonía, conseguida con o sin libertad.
¿Y Vd. que piensa de eso?
No estoy de acuerdo con ella pero la idea es muy atractiva. De hecho, muchísima gente joven empieza a pensar que esto de la libertad no es para tanto, que hay que buscar otras cosas, como la justicia, el progreso económico...
La libertad, tal y como la entendemos, ¿está amenazada?
Claro, por China como potencia cultural. Lo que le interesa es llamar la atención. Va a la cabeza en tecnología de quinta generación y, al mismo tiempo, tiene un modelo de humanidades muy consolidado porque está recuperando su tradición confuciana. Defiende que el modelo chino es mucho mejor que el occidental.
¿La tecnología va a ser un problema para tomar decisiones acertadas?
Va todo tan rápido que, en este momento, nos está impidiendo tomar decisiones. Tenemos demasiada información y, como los ordenadores la manejan mejor que nosotros, se está dejando que las decisiones las tomen ellos, tenemos un problema serio. La toma de decisiones en el campo de la educación tiene que hacerse con criterios de evaluación y aplicando el pensamiento crítico para ver si nos estamos equivocando o no. Eso los ordenadores no lo hacen. Manejan información en bruto y sacan consecuencia.
Entonces, ¿cómo debemos orientar la educación de nuestros jóvenes?
Debemos orientarla no para manejar la información, sino para tomar decisiones. Debemos rediseñar los sistemas educativos para lograr que nuestros estudiantes sean competentes en tomar decisiones aprovechando lo que hay en los ordenadores. Eso significa que tenemos que cuidar en la educación una personalidad que sepa elegir bien las metas, gestionar bien la información, porque toda está en los ordenadores, pero la comprensión está en el cerebro. En cada etapa debemos enseñar a los alumnos qué necesitan para poder comprender lo que está pasando.
¿Nuestro sistema educativo está diseñado para que los jóvenes tengan ese sentido crítico adaptado a las exigencias del futuro por la digitalización, las nuevas competencias que exige el mercado laboral...?
Los sistemas educativos están siendo demasiado lentos mientras que las grandes compañías informáticas son las que están gastando más dinero en investigación sobre educación. Ellos quieren ser los grandes formadores de la humanidad, pero no por ninguna conspiración malvada, sino porque es un gran negocio. Bill Gates acaba de invertir millones de dólares en un sistema que es “adaptative learning”, que es el aprendizaje adaptativo. Los niños pueden tener unos tutores cognitivos digitales que vayan acompañándoles en todo el proceso de aprendizaje y vayan adaptando los programas a cada uno en concreto.
¿Lo ve bien?
Lo que persigue es lo que todos los docentes hemos querido, que es personalizar la educación. Un niño va a aprender las matemáticas de tal manera que le van a gustar. ¿Cuál es el problema? Lo importante es cómo dirijo el pensamiento crítico, el comportamiento, la capacidad de compasión respecto a los demás, la perseverancia. Los profesores del futuro tendrán que enseñar más en valores.
¿El hombre del futuro será más inteligente?
Yo utilizo la palabra talento. Hay personas muy inteligentes que hacen mal uso de ella. Su buen uso es lo que llamamos talento.
¿El talento se aprende?
Si, lo que hacemos en la educación es convertir la inteligencia en talento. Eso es lo que necesitamos que tengan las sociedades. Nos sirve para elegir bien las metas.
En su libro queda queda patente el afán del hombre por buscar la felicidad como fin último. ¿A menor inteligencia, mayor felicidad?
Stuart Mill decía que “el cerdo tiene felicidad de cerdo”, de la misma manera que también decía: “prefiero ser Sócrates desdichado que un cerdo feliz. El objetivo es cómo precisar los objetivos de la inteligencia a niveles cada vez más altos, complejos y ricos. El talento es el que va ligado a la felicidad. Una persona puede ser muy inteligente y empeñarse en una vida caótica y desgraciada.
¿Cómo será de inteligente el hombre del futuro? ¿Dónde están nuestros límites?
No lo sabemos. Los movimientos transhumanistas dicen que vamos a ser inmortales,nos vamos a convertir en dioses y vamos a ser todos muy felices. Pero lo cierto es que la tecnología no va a resolver todos nuestros problemas. Va a haber progresos serios pero, como elijamos mal en este momento, vamos a crear la utopía de los esclavos felices. La capacidad de decisión la tenemos que reservar para la inteligencia humana. Eso nos obliga por lo rápida que va la inteligencia artificial a tener que educar de manera distinta.
¿Por qué es tan importante la memoria si ahora todo está en internet?
Porque necesitas comprender lo que te dice Google y eso sólo lo vas a poder hacer a partir de lo que sepas. Por eso digo que internet es un regalo envenenado. El efecto Google es el efecto de la pereza mental. Sobre este aspecto yo tengo siempre preparada una diapositiva para respuesta a mis alumnos cuando me dicen lo mismo que plantea en su pregunta: las ecuaciones del campo electromagnético de Maxwell. Si no sabes lo que significan esas ecuaciones, no te sirve para nada tenerlo. Necesitamos saber para comprender lo que ocurre. Y eso nos obliga a rediseñar todos los currículos educativos. En tu memoria personal tienes que introducir aquellas cosas que sean imprescindibles como acceso a la información. Tenemos unos currículos absurdos, que no distinguen lo importante de lo que no lo es.
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