Sostenibilidad
Más protección al consumidor con la Directiva de la UE sobre etiquetas «eco»
La normativa incluye sanciones para las empresas que la incumplan
La propuesta de la Directiva Europea sobre Alegaciones Medioambientales tiene como objetivo hacer que sean fiables y verificables en toda la UE, para proteger a los consumidores de información engañosa, para fomentar una economía circular y sostenible estableciendo requisitos para las afirmaciones medioambientales, prohibiendo las etiquetas de sostenibilidad «auto certificadas», y estableciendo sanciones para las empresas infractoras.
Desde la OCU califican esta Directiva como positiva ya que la legislación actual resultaba insuficiente para abordar adecuadamente las cuestiones relativas a la comunicación en materia de sostenibilidad. Considera que va a servir para reducir el número de etiquetas ecológicas y afirmaciones medioambientales infundadas y que el procedimiento de certificación por adelantado va a suponer una criba de las más de 200 etiquetas medioambientales que se venden en Europa y unas reglas de juego comunes para todas las empresas.
Sin embargo, desde esta organización lamenta que la propuesta se quede corta, ya que su alcance se reduce a las declaraciones voluntarias por parte de las empresas, cuando el 86% de los consumidores cree que todos los productos deberían indicar su impacto medioambiental. Según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 88 % de los consumidores considera útil que los productos ofrezcan información medioambiental, el 86% cree que todos los productos deberían indicar su impacto medioambiental y el 89 % opina que quienes usen alegaciones verdes falsas deben ser sancionados.
Asímismo, según un estudio de la Comisión Europea, el 53 % de las ecoetiquetas brindan información vaga, engañosa o infundada sobre las características ambientales de los productos en toda la UE y en una amplia gama de categorías de productos (tanto en la publicidad como en el producto).
La propuesta, según los expertos, exige que las afirmaciones estén respaldadas por evidencias científicas, que especifiquen si se refieren al producto completo o solo a una parte, que se refieran a aspectos significativos desde una perspectiva del ciclo de vida y que aporten una mejora significativa en aspectos medioambientales. Para las afirmaciones relacionadas con el clima, exige que se diferencie entre afirmaciones de reducción de emisiones o solo las de compensación.
Verificación por terceros
Por otro lado, cuando la fase de uso del producto tenga un impacto ambiental relevante, tendrá que incluir información al consumidor sobre cómo usarlo bien. De igual modo, la información medioambiental y su justificación tendrán que estar disponibles para los ciudadanos, ya sea físicamente u online a través de un enlace web o código QR.
La la Directiva Europea sobre Alegaciones Medioambientales requiere que las afirmaciones y etiquetas ambientales sean verificadas y certificadas por terceros antes de ser utilizadas. La Comisión publicará una lista actualizada de etiquetas ambientales oficialmente reconocidas.
Por otra parte, propone sanciones disuasorias para las empresas que incumplan de al menos el 4 % de la facturación anual total, lo que está en consonancia con las expectativas de los consumidores.
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