Blues, amigo de los gatos

Para ir al cine, para viajar, para aconsejar, para dar apoyo en los momentos difíciles... Para todo eso y mucho más están los amigos, como por ejemplo para, utilizando las iniciales de cada uno, dar nombre a un perro. Ese es el caso de Bruno, Laura y Esther, el trío que compuso el nombre de Blues. Quizá alguien se pregunte de dónde proceden las restantes «u» y «s». Esther, la persona con quien vive, responde entre risas de manera sencilla: -No le íbamos a llamar «Ble». El resultado al añadir esas dos letras es más bonito. Blues, un cruce entre Pastor Alemán y Husky Siberiano, es un can de 23 kg de peso, pelaje corto y de color blanco y ojos marrones. Recientemente ha sido su primer cumpleaños, por lo que desde aquí aprovechamos para felicitarle. Se instaló en el domicilio de Esther con tan sólo un mes de vida. «Lo primero que hizo al entrar en casa fue morderme las zapatillas», comenta su «mejor amiga» y añade que «le quiere tanto como a un hermano pequeño». En cuanto a sus aficiones, éstas son de lo más peculiares. «A Blues le encanta jugar con el gato con el que convive y recoger piedras del parque», afirma Esther. Su alimentación se basa en pienso, aunque en alguna ocasión come salchichas y patatas. «Es un animal muy gracioso. Cuando oye la palabra patata, siempre da la patita», explica Esther.