Ciencias humanas

E93, el gen de la metamorfosis de los insectos

Ha sido hallado por investigadores del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona

El proceso de metamorfosis del insecto / Cell Reports
El proceso de metamorfosis del insecto / Cell Reportslarazon

Investigadores del Instituto de Biología Evolutiva (IBE-UPF-CSIC) de Barcelona han identificado el gen responsable de iniciar la metamorfosis -transformación de larva a adulto- de los insectos.

El gen, el E93, ya era conocido por promover la formación de las estructuras adultas durante la metamorfosis, pero se desconocía que era el único imprescindible para iniciar este proceso, informa Efe.

El estudio, que publica la revista «Cell Reports», confirma que la expresión de E93 puede iniciar la metamorfosis del insecto incluso cuando este todavía no ha llegado a las etapas finales de su crecimiento.

Para la mayoría de los insectos el proceso de metamorfosis requiere adoptar un estadio intermedio, denominado pupa, que sería el equivalente a la adolescencia en los humanos, según ha explicado el investigador del IBE, David Martín, que ha codirigido el trabajo junto a Xavier Franch, también investigador del IBE.

Cuando la larva llega a una medida mínima, la hormona juvenil -que regula la fase larva de los insectos- desaparece y se expresa el factor E93, que se mantiene durante toda la metamorfosis.

Durante mucho tiempo, los científicos pensaban que la desaparición de la hormona juvenil era la responsable de que la larva empezara la metamorfosis.

Ahora, los investigadores del IBE han descubierto que es la expresión del gen E93 la responsable de iniciar el paso de la forma juvenil a la forma adulta de los insectos.

Los investigadores ya habían propuesto el gen E93 como responsable de la metamorfosis en un estudio anterior, pero no ha sido hasta ahora cuando han descubierto que este gen es también el que inicia el proceso de cambio.

«Cuando la larva llega a los últimos estadios de la juventud, se observa una bajada en los niveles de la hormona juvenil y un incremento del factor E93 justamente cuando empieza la metamorfosis», ha detallado Martín.

«La coincidencia de estos dos acontecimientos hacía difícil saber cuál de los dos factores era esencial para inducir la metamorfosis. Ahora, hemos salido de dudas: si no hay expresión del gen E93, no hay metamorfosis», ha sentenciado.

El gen E93 está conservado en muchas especies de insectos, incluso en algunos que exhiben un ciclo de metamorfosis diferente, mientras que en los humanos, este gen también existe, y está relacionado con la regulación de algunas hormonas sexuales.

«Las observaciones que se pueden hacer en un gen tan conservado evolutivamente pueden tener repercusión en otras muchas especies», ha especulado Xavier Franch.

El gen E93, o más bien la ausencia de su expresión, podría estar relacionado, según los investigadores, con la extensión de la juventud, no permitiendo a los tejidos y órganos entrar en la adultez o manteniendo características juveniles, como una mayor plasticidad y capacidad de regeneración celular. EFE