Ciencias naturales

Hallan en el ciervo un nivel de hormonas «sin precedentes»

Tiene concentraciones de una hormona superiores al límite de producción conocido en un organismo, según un estudio de investigadores españoles

Macho de ciervo ibérico mostrando pigmentación ventral oscura generada al impregnar orina con una alta concentración de catecolaminas. Foto: Rafael Palomo Santana
Macho de ciervo ibérico mostrando pigmentación ventral oscura generada al impregnar orina con una alta concentración de catecolaminas. Foto: Rafael Palomo Santanalarazon

Un estudio liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha localizado en la orina del ciervo ibérico una hormona (la noradrenalina o norepinefrina) del orden de gramos por litro. Estos resultados representan niveles alrededor de un millón de veces mayores que los de cualquier hormona antes analizada, tratándose así de los niveles más altos nunca encontrados en un organismo. Los resultados se publican en la revista Cellular and Molecular Life Sciences. El estudio se enmarca en un proyecto sobre señales sexuales en el ciervo ibérico dirigido por Juan Carranza, de la Universidad de Córdoba, y en el que han participado investigadores de la Universidad de Murcia y Castilla-La Mancha.

Según explica el investigador Ismael Galván, de la Estación Biológica de Doñana y líder del estudio “estos resultados redefinen el límite fisiológico de producción hormonal en animales, y sugieren que el comportamiento de los machos de ciervo se ve sometido a un insospechadamente estricto control hormonal, ya que estas hormonas catecolaminas regulan la respuesta muscular con la que los animales hacen frente a situaciones que requieren adoptar una actitud de alerta y mayor actividad metabólica para la lucha o la huida”.

Una mancha que exhibe el vigor del ciervo

Además, el estudio desvela un novedoso mecanismo de pigmentación animal, ya que los inusualmente elevados niveles de norepinefrina en la orina de machos de ciervo están asociados a niveles igualmente altos de un metabolito del mecanismo de degradación de las catecolaminas denominado DOPEG. Este metabolito tiene el potencial de oxidarse y generar pigmentos llamados alomelaninas similares a las melaninas que generan la pigmentación de la piel de forma convencional en mamíferos, incluidos los humanos, informa el CSIC en un comunicado.

“El proceso químico por el que este metabolito puede dar lugar a alomelaninas se conocía, pero nunca se había demostrado en un organismo”, explica Galván. “En el estudio encontramos que los niveles de este metabolito en orina se relacionan con el tamaño de una mancha de pelo oscuro en el vientre de los machos de ciervo rojo (llamada ‘barriga negra’), y también altos niveles del metabolito adherido al pelo de esta mancha ventral, mientras que no encontramos DOPEG en el pelo de otras partes del cuerpo de los ciervos que no presentan esta pigmentación”, añade. Los machos de ciervo exhiben un comportamiento en el que la orina es dirigida hacia la parte superior en lugar de hacia abajo como en la mayoría de los mamíferos, con lo cual la orina impregna el pelo del vientre.

Estos resultados indican que, al excretar altos niveles de norepinefrina en la orina, los elevados niveles de DOPEG asociados generan alomelaninas y pigmentación en el pelo al oxidarse en contacto con el aire. Es la primera vez que se encuentran alomelaninas en un animal, ya que estos pigmentos sólo se habían descrito en plantas y hongos, lo que representa un nuevo mecanismo de pigmentación en animales, explica el CSIC.

“Este mecanismo de generación de pigmentación en los machos de ciervo podría explicar la evolución de la mancha ventral, ya que las hembras podrían obtener información acerca de los niveles de catecolaminas en los machos mediante la evaluación visual del tamaño de sus manchas ventrales, de esta forma prefiriendo aparearse con machos con mayores manchas por su mayor capacidad para luchar con otros machos”, concluye Galván.