Medio Ambiente

La carta de Reyes más exótica

Los expertos alertan del riesgo que supone regalar animales como caimanes, o mapaches como mascotas sin tener en cuenta ni los cuidados ni su futuro

Las iguanas y los camaleones se han colado en la lista preferente a los Reyes Magos en los últimos años
Las iguanas y los camaleones se han colado en la lista preferente a los Reyes Magos en los últimos añoslarazon

MADRID- Guacamayos, serpientes pitón, mapaches, caimanes y hasta un tiburón son algunos de los caprichos «incomprensibles» que llegan a los hogares como regalo navideño, pero que acaban siendo ofrecidos por sus dueños al parque Terra Natura (Benidorm) al comprobar que no pueden hacerse cargo de ellos. La «adquisición irresponsable» de mascotas exóticas para regalos o caprichos personales termina en muchas ocasiones con la muerte o el abandono de estos animales e insectos y sólo en algunos casos son ofrecidos como donación a instituciones o centros especializados.

Por ello, desde el parque Terra Natura, su responsable del área de animales, Enrique Sánchez, alerta del peligro que suponen estas adquisiciones, al tiempo que ha advertido de que este tipo de centros e instalaciones sólo acogen a algunos de los ejemplares que le son ofrecidos «si pasan determinados filtros». La legalidad o titularidad de los mismos y su adquisición, el grado de idoneidad de las instalaciones al animal ofrecido y la capacidad de estos centros para acogerlos son algunos de los requisitos valorados antes de dar cabida a los ejemplares.

Por ello, Sánchez insta a quienes pretenden comprar este tipo de animales exóticos que «piensen muy bien antes» las consecuencias de la decisión, pues cada ejemplar o especie necesita de unos cuidados «muy definidos», pero que «muchas veces» no se dan en los domicilios. En declaraciones a Efe, recuerda que un señor adquirió un tiburón cuando «el animalito medía 30 centímetros. Creció en una pecera amplia hasta que alcanzó más de un metro de longitud, por lo que vivía enlatado», ha añadido.

Llegado el momento, fue ofrecido a Terra Natura, cuyos responsables, ante la imposibilidad de acogerlo en sus instituciones, tuvieron que remitirlo a otro centro. Un tiburón necesita para «una correcta vida» una determinada salinidad en el agua en la que vive, una buena filtración de luz ultravioleta y una dieta muy específica. A juicio de Sánchez, el perfil del comprador define muy bien el futuro que le espera al animal o a la mascota adquirida, pues hay quien lo compra para «deslumbrar a los demás» y quien lo hace porque es un experto o un perfecto conocedor de la fauna. «No obstante, una vivienda no es el mejor sitio para un guacamayo o un caimán», apostilla.

Cada vez más familias deciden adquirir animales exóticos y esta moda, que ha ido aumentando en los últimos años, ha provocado que cada primavera Terra Natura reciba «una avalancha de propuestas de donación».