Reino Unido
Reino Unido quiere evitar la emisión de 220 millones de toneladas de CO2 en 2050 restaurando las turberas
Las turberas, que son ecosistemas formados fundamentalmente por musgo (como esfagnos) y otras plantas en descomposición, son grandes sumideros de dióxido de carbono. Sin embargo, la explotación de la turba como combustible, su empleo para horticultura y su desaparición por la implantación de cultivos forestales y pastizales están detrás de su degradación y desaparición. Ya hace diez años se estimaba que 35 millones de hectáreas de turberas habían desaparecido en medio siglo en todo el mundo. En el caso de Reino Unido, más del 80% de estos ecosistemas, que también actúan como filtro natural de agua, están degradados, lo que merma su papel como sumideros de carbono. Pero UICN, con el respaldo del Gobierno, ha puesto en marcha una iniciativa “Código turberas” para la restauración de un millón de hectáreas de turberas en los próximos cinco años. Una vez restaurados, estas hectáreas evitarán por sí solas la emisión de 220 millones de toneladas de CO2 en 2050, según las estimaciones iniciales.
Esta iniciativa, llamada “Código turberas”, se ha dado a conocer después de una prueba de dos años de éxito, en los que han contado con fondos de empresas para diversos proyectos de restauración de turberas en el suroeste de Inglaterra. La iniciativa, realizada por académicos de la Universidad de la Ciudad de Birmingham y la Universidad de Leeds, reveló que la inversión empresarial sostenible podría revertir la degradación de las turberas y recortar las emisiones de gases de efecto invernadero recortar significativamente. Algo importante, ya que las turberas cubren alrededor del 10% del Reino Unido y almacenan más de 20 veces la cantidad de carbono que todos los bosques del país. Además, son un ecosistema de importante valor para la vida silvestre.
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