Cambios climáticos
Un fenómeno natural en el Ártico frena el calentamiento global
La expansión de praderas submarinas está creando nuevos sumideros de carbono, según un estudio con participación del CSIC
En las regiones árticas y subárticas se está produciendo un fenómeno que da una pequeña tregua al calentamiento global: las praderas submarinas han aumentado su extensión y han creado con ello nuevos sumideros de carbono que están ayudando a minimizar el cambio climático.
Esta es la conclusión de un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y que constata que en esta región tan sensible del planeta se está produciendo un fenómeno contrario al del resto de la Tierra.
La pérdida de sumideros de carbono naturales contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, al calentamiento global. Desde los años 40, según el CSIC, se ha perdido el 30 % de la extensión de praderas de angiospermas marinas en zonas tropicales y templadas. Sin embargo, en el Ártico ocurre lo contrario.
El estudio ha examinado la tasa de acumulación de carbono y la cantidad y origen del carbono almacenado en el sedimento de tres praderas de la angiosperma marina Zostera marina en fiordos de la región de Nuuk, en la costa oeste de Groenlandia, durante los últimos siglos.
“Actualmente el stock de carbono almacenado en el sedimento de las praderas de Groenlandia es todavía modesto comparado con la cantidad promedio almacenada en praderas a escala global”, indica Núria Marbà, autora del trabajo e investigadora del CSIC en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, en un comunicado de esta entidad.
“Sin embargo, en las últimas décadas la capacidad sumidero de carbono de estas praderas está aumentando rápidamente, sobre todo porque cada vez la cantidad de restos de hojas, rizomas y raíces de Zostera marina que se entierra es mayor. Estas observaciones apoyan la hipótesis de que las praderas submarinas árticas y sub-árticas pueden ser un sumidero de carbono natural muy importante en un futuro océano más cálido”, explica la investigadora.
El calentamiento global supone una amenaza para praderas submarinas de regiones tropicales y templadas, concretamente para aquellas que experimentan temperaturas máximas próximas a su umbral de tolerancia térmica. “En cambio, en las costas del Ártico y sub-Ártico, Zostera marina está creciendo bajo condiciones de temperatura máxima muy inferiores a su óptimo térmico y por lo tanto se espera que el calentamiento del océano proyectado para finales de este siglo favorezca su crecimiento y producción”, detalla la investigadora.
La presencia de praderas submarinas en el sistema de fiordos de Nuuk se documentó por primera vez en 1830. Sin embargo, la primera observación de dos de las tres praderas estudiadas data de 1910 y la tercera, formada sólo por algunas manchas de vegetación, del año 2009.
El estudio, publicado en la revista Scientific Reports, ha sido desarrollado por el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, del CSIC y la Universitat de les Illes Balears; las universidades de Århus (Dinamarca) y Edith Cowan University (Australia); la Universidad Autónoma de Barcelona; y la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá (Arabia Saudí).
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