Jardinería
Es mejor no comprar una flor de Pascua: un florista explica por qué
Cuando la opinión crítica proviene de un experto conviene escucharla
En muchas casas españolas, el puente de diciembre marca el pistoletazo de salida para la decoración navideña. Aunque cada vez se adelanta más este momento, son muchos los que aprovechan este fin de semana para desempolvar los adornos y devolver al hogar ese toque cálido tan característico de estas fechas. Entre luces, velas y guirnaldas, hay un elemento que nunca falta: la flor de Pascua. Más allá de su color rojo inconfundible, se le atribuye la capacidad de atraer buena suerte y prosperidad.
Por qué la flor de Pascua es símbolo de buena suerte
También conocida como Poinsettia, esta planta celebra su día el 12 de diciembre, una fecha que no es casual: coincide con el fallecimiento de Joel Poinsett, el botánico y estadista estadounidense que la introdujo desde México. Embajador entre 1825 y 1829, estudió la planta, envió ejemplares a su casa y comenzó a regalarla por Navidad tras cultivarla con éxito. Ese gesto, convertido en tradición, alimenta la creencia de que obsequiar una flor de Pascua es desear prosperidad a alguien querido.
Otra leyenda se remonta al siglo XVI, cuando los franciscanos que evangelizaban en Centroamérica observaron que la planta alcanzaba su belleza máxima precisamente en el periodo navideño. Comenzaron entonces a usarla como decoración litúrgica, convirtiéndose en una tradición que cruzó fronteras con el paso del tiempo.
Cuando un experto recomienda no tener una flor de Pascua
Sin embargo, no todo el mundo comparte el entusiasmo por esta planta. Y cuando la opinión crítica proviene de un profesional, quizá convenga escucharla. La flor de Pascua es una de las plantas más vendidas del Adviento, pero según la florista Andrea Mühlwisch, propietaria de Flowercompany en Viena, es también una de las más problemáticas.
“Es mejor no comprar una flor de Pascua”: el argumento de una florista
Mühlwisch lleva años sin tener flores de Pascua en su tienda. Según explica, estas plantas de floración rápida no están realmente preparadas para interiores y presentan una vida muy corta una vez adquiridas. Cada año se producen millones y, en la mayoría de los casos, terminan en la basura a las pocas semanas.
La florista asegura que 999 de cada 1.000 flores de Pascua mueren durante el primer mes, y que al menos la mitad ni siquiera supera la primera semana. El motivo: se producen en masa y se transportan a temperaturas muy bajas, lo que causa daños irreversibles antes de llegar a manos del consumidor.
Un cultivo complejo y un transporte delicado
Originaria del oeste de Centroamérica, desde México hasta Guatemala, la flor de Pascua se cultiva también a gran escala en África. De allí se envían los esquejes, que viajan en avión hasta invernaderos europeos donde se les “engaña” con juegos de luz para conseguir que florezcan: necesitan noches largas y días luminosos, condiciones que no se dan de manera natural en nuestras latitudes invernales.
El trayecto hasta casa tampoco ayuda. Una mala manipulación, como no envolverla bien al salir a la calle o exponerla a corrientes frías, puede ser una sentencia de muerte. El exceso de riego hace el resto.
Impacto ambiental
Según Mühlwisch, este ciclo de "compra y descarte" convierte a la flor de Pascua en una carga innecesaria para el medio ambiente. La planta dura poco, se produce en grandes cantidades y muchas no llegan a sobrevivir ni siquiera unos días.
Alternativas duraderas para decorar en Navidad
La florista propone optar por plantas que realmente funcionen bien como plantas de interior y que puedan acompañar durante años. Entre sus recomendaciones destacan:
- El cactus de Navidad, que florece en invierno y es resistente.
- Las aglaonemas, con hojas rosadas o verde rosado, perfectas para espacios luminosos sin sol directo y con una estética muy decorativa.
Así que ya sabes, si este año estás pensando en llenar tu casa de espíritu navideño, quizá convenga valorar no solo la belleza fugaz de la flor de Pascua, sino también su impacto y su vida útil. Las alternativas existen y pueden ser igual de festivas.