Opinión

Niñas sin límites, mujeres con futuro

Presidenta de la Fundación Inspiring Girls

Medio centenar de niñas del Colegio San Sebastián, de Madrid, hablan con 12 mujeres referentes
Medio centenar de niñas del Colegio San Sebastián, de Madrid, hablan con 12 mujeres referentes, en imagen de archivolarazon

¿El pasado día 8 de marzo es aún necesario? Solo hay una posible respuesta: sí, alto y claro. Porque a día de hoy, en pleno siglo XXI, las niñas todavía se enfrentan a limitaciones que lastran su presente y, por extensión, su futuro.

Tradicionalmente el género ha supuesto un condicionante en las percepciones profesionales de las chicas. Aún persisten estereotipos y clichés aceptados socialmente y que determinan tanto sus expectativas profesionales como sus deseos.

Además, múltiples investigaciones desvelan que la mayoría de las niñas al pasar de la infancia a la adolescencia pierden confianza en sí mismas, independientemente de su entorno o de su contexto social. Señalan que, a partir de los seis años, las niñas son menos propensas que los niños a creer que son «muy, muy inteligentes». Así, viven bajo una doble presión que les impide alcanzar todo el potencial y que les supone un límite para su desarrollo profesional.

Hay más de 600 millones de niñas y adolescentes de 10 a 19 años en el mundo. Ellas son las científicas, médicas, ingenieras, tecnólogas, abogadas, escritoras, pilotos, policías, bomberas… de las próximas décadas. No podemos permitir que abandonen sus sueños por falta de oportunidades. Es nuestra responsabilidad apoyarlas e inspirarlas para que apunten alto. Y para que alcancen todo su potencial tenemos que dotarles de las herramientas y de los recursos necesarios, como son las actividades con mujeres referentes, que con su ejemplo y experiencia les ayudan a decidir su camino y a tomar decisiones. Y ello no por una cuestión de justicia, sino de puro egoísmo como sociedad: no podemos permitirnos el desperdicio del talento del 50% de la población.

El 8 de marzo solamente es una jornada, pero días como éste pueden ser un punto de inflexión para el futuro de las niñas. Si invertimos ahora en ellas estamos invirtiendo en el progreso de todos, aumentando la productividad del país y su PIB. Es cuestión de todos darles más y mejores oportunidades, porque las niñas de hoy son las mujeres del mañana.