Opinión

Página de sucesos

El regodeo en las más oscuras acciones del ser humano vende mucho

Un agente del Servicio de Criminalística (SECRIM) de la Guardia Civil trabaja en el lugar de los hechos, a 15 de abril de 2024, en Chiloeches, Guadalajara, Castilla-La Mancha (España). Los detenidos por el presunto triple crimen de Chiloeches han abandonado la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara, donde se encontraban desde este domingo, para continuar con las prácticas de las diligencias abiertas de cara a la reconstrucción de los hechos. Estas personas fueron detenidas tras la apa...
Los detenidos por el triple crimen de Chiloeches reconstruyen los hechosRafael MartínEuropa Press

Hoy día no hace falta ir a las páginas de sucesos: los sucesos sangrientos de asesinatos, asaltos a centros comerciales, matanzas en colegios, decapitaciones, descuartizamientos y todas esas acciones que parecieran sacadas de las más extremas películas de acción se hallan en cada esquina de un periódico, en cada apartado de un telediario y en programas de radio y televisión dedicados a desgranar los detalles más escabrosos del día a día de cada esquina de nuestro país y del mundo entero.

El regodeo en las más oscuras acciones del ser humano vende mucho y el bueno de Jack el destripador se ha quedado en una pequeña historia para jardines de infancia. En estos días un tarado mental en Sídney acuchilló hasta la muerte a seis personas; por suerte, una policía pudo alcanzarlo de un disparo. En Chiloeches un matrimonio y su hija fueron encontrados muertos por arma blanca y medio desmembrados, y por el momento hay tres detenidos. En Asturias un hijo le corta la cabeza a su padre. Se sabe que hizo lo mismo con una oveja una semana antes.

El mundo está loco, el mundo está enfermo y esto tiene mala solución. A juicio ha sido llevado un hombre que defendió su propiedad, su vida y la de los suyos con una escopeta que tenía a mano cuando un delincuente armado asaltó su casa. Actuó de forma humana, como cualquiera lo hubiera hecho. Ahora ha sido juzgado y condenado, cuando lleva ya purgando nueve meses de cárcel. No se sabe cuánto más ha de pasar encerrado, quizá dos o tres años cuando ya ha cumplido setenta y siete y su hoja de vida está limpia de cualquier acto delictivo.

Hemos visto imágenes de él durante el juicio y nos parece hombre cabal y honesto, y ante esta escena nos preguntamos si realmente hemos de dejar que nos quiten la vida. Nos preguntamos dónde está el derecho que nos permite defendernos ante los agresores que nos la pretenden segar. La permanente escalada de estos sucesos nos lleva a pensar que deberíamos al menos gozar de alguna opción para salvar nuestro pellejo.