
La salud del Pontífice
El Papa recibirá mañana el alta médica y volverá a Santa Marta
Los médicos que le atienden aseguran que deberá guardar reposo durante al menos dos meses
«La buena noticia que imagino que todo el mundo está esperando es que el Santo Padre regresa a Santa Marta». Así ha arrancado hoy su comparecencia el doctor Sergio Alfieri, el especialista del Policlínico Gemelli de Roma, que durante estas cinco semanas ha estado al frente del operativo para sacar adelante al Papa Francisco de la bronquitis por la que ingresó el 14 de febrero y que evolucionó a una neumonía bilateral que casi le cuesta la vida. Junto a Alfieri, en el vestíbulo del hospital se encontraban el médico del Estado Vaticano, Luigi Carbone, y Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Antes de su vuelta a casa, el Pontífice saldrá a mediodía, desde una de los ventanales de la décima planta del hospital, para bendecir y saludar a los peregrinos que diariamente se acercan a rezar por él, justo a la hora en la que habitualmente preside la oración del ángelus en la plaza de San Pedro.
Alfieri explicó que a pesar de que Jorge Mario Bergoglio, de 88 años, regrese hoy al Vaticano, le espera «un período de convalecencia y de reposo de, al menos, dos meses». De esta manera, aunque no lo explicitaron, se da por hecho que no estará al frente de ninguna de las celebraciones vaticanas vinculadas a la Semana Santa. «En función de las mejorías durante este periodo, se tomarán las decisiones más adecuadas», se limitó a decir Bruni. Sin embargo, desde el equipo médico apuntaron que «desaconsejan reunirse en grupo, hacer grandes esfuerzos y, sobre todo, encontrarse con personas que tengan gripe». «Ayudémosle a él también», señalaron los doctores. O lo que es lo mismo, el Papa se centrará, como está haciendo ahora en el Gemelli, en la rehabilitación motora, la fisioterapia respiratoria, el trabajo de despacho y la oración con una limitación de las visitas. Solo podrá incorporarse a pleno rendimiento, cuando haya completado la convalecencia prescrita y se registren «las mejorías clínicas esperadas».
Los médicos del Papa no parecen mostrar temor alguno a su vuelta al Vaticano. De hecho, compartieron que «un hospital, aunque parezca extraño decirlo, es el peor lugar para una convalecencia de este tipo, porque es el espacio donde se contraen más infecciones». Además, recordaron que, ante cualquier imprevisto, el Estado más pequeño del mundo también dispone de un servicio de urgencias 24 horas.
Al repasar lo vivido en estos últimos 38 días, el médico italiano detalló que en el momento de su ingreso, el Papa presentaba una insuficiencia respiratoria aguda debida a una infección polimicrobiana, que incluía virus, bacterias y hongos. «Esto dio lugar a una neumonía bilateral grave que requirió un tratamiento farmacológico combinado», recordó. A la par, desveló que durante su hospitalización, Francisco sufrió «dos episodios muy críticos en los que estuvo en peligro de muerte». «Los tratamientos farmacológicos, la administración de oxígeno a alto flujo y la ventilación mecánica sin asistencia han permitido una mejoría gradual y progresiva», dijo justo después. A pesar de la gravedad del cuadro clínico, Alfieri aclaró que «nunca fue intubado». Es más, «siempre permaneció consciente y orientado».
En cualquier caso, ¿se da por superada la neumonía? «Hay algunas bacterias que han sido derrotadas y otros virus y hongos cuya carga se ha reducido, pero tardarán muchos meses en ser vencidos por completo», explicaron los doctores, que hicieron hincapié en que «teníamos confianza y ahí están los indicadores clínicos». Alfieri especificó que «no hay miedos más allá de los que tienes con un paciente normal»: «No podemos garantizar nada, porque siempre puede haber un bajón, pero es raro una vez que se ha alcanzado la estabilidad que hemos estado experimentando durante al menos dos semanas». Pese a todo, el médico remarcó que se le ha prescrito al Papa «continuar parcialmente las terapias farmacológicas, que tendrá que tomar todavía por vía oral durante mucho tiempo».
Sobre el hecho de que Francisco haya visto mermada su capacidad para hablar, el responsable del equipo médico detalló que, «cuando tienes una neumonía bilateral y tus pulmones están dañados, tus músculos respiratorios también tienen problemas y una de las primeras cosas que sucede es que pierdes un poco la voz». «Llevará un tiempo hasta que la voz vuelva a ser la de antes, pero si lo comparamos con diez días atrás, hemos visto mejoras significativas. En cualquier caso, es algo normal en la recuperación y la convalecencia», apostilló.
Preguntado por cómo ha vivido el Pontífice esta última etapa, los sanitarios comentaron que «está claro que el Santo Padre quería haber vuelto a casa hace unos días, justo cuando se dio cuenta de que mejoraba, de que respiraba mejor, de que podía trabajar más». «Sin embargo, debo decir que fue un paciente ejemplar, supo escuchar las sugerencias que le dimos», dijo Alfieri, que comentó que Francisco ha perdido peso, pero mantiene intacto su buen humor.
«¡Todavía sigo vivo!», les soltó en cuanto superó uno de los momentos más críticos de este particular viacrucis papal.
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