Asuntos sociales
Perder el oído pero no la sonrisa ni la autoestima
La Caixa apoya el proyecto de la Fundación Fesord dirigido a niños sordos de hasta 13 años
En ocasiones, las discapacidades físicas no sólo suponen para quienes las padecen un obstáculo extra a la hora de desarrollar las actividades cotidianas, sino que además conllevan problemas de sociabilidad y autoestima. Conscientes de ello, desde la Fundación Fesord de la Comunidad Valenciana se ha puesto en marcha el programa de estimulación temprana para la infancia sorda y la intervención psicosocial a familias con miembros sordos.
«Es un programa dirigido a niños sordos de entre 0 y 13 años y a sus familias», señala Alicia Albelda, psicóloga del proyecto, quien explica que éste cuenta con dos vías de actuación. «Por un lado se trabaja semanalmente en la estimulación de los niños, casi siempre desde la logopedia, así como desde la estimulación cognitiva, con la que se trabajan aspectos como la memoria y la atención. La conductual, mediante la cual se pretende ofrecer al niño estrategias para poder comunicarse mejor como mirar siempre al interlocutor; y la motora, que afronta problemas tales como el equilibrio», explica Alicia, quien recuerda que todo ello se realiza desde el bilingüismo, que compatibiliza el aprendizaje del idioma de los signos con la comunicación oral.
Con esta acción se pretende fomentar la sociabilización de los niños, que acuden a escuelas ordinarias en las que conviven con otros normo-oyentes, lo que les puede crear problemas de autoestima y confianza, así como dificultades a la hora de relacionarse. En este sentido, también se realizan talleres y actividades al aire libre donde los niños sordos conviven con otros menores en sus mismas circunstancias, así como también con adultos. «Al contactar con otros niños sordos y con adultos, que tienen una visión más positiva y segura de sí mismos, se les ayuda a mejorar su autoestima y aceptación», explica Alicia.
Por otro lado, el programa también lleva a cabo una intervención psicosocial a familias con niños sordos para fomentar que el entorno pueda aprender también el idioma de los signos, siempre desde las rutinas y necesidades de cada pequeño en concreto.
Aportar felicidad
Así pues, el programa trabaja para «aportar felicidad» a los niños sordos y sus familias y, tal y como destaca Alicia, «ya que los colegios ofrecen ayudas y refuerzos a estos niños, nosotros queremos centrarnos en que ellos y sus familias tengan una visión positiva de la pérdida auditiva y se sientan bien pese a la sordera». «En la infancia apenas son perceptibles estos problemas de autoestima y sociabilidad, pero en secundaria, cuando la comunicación es más importante, pueden empezar a surgir momentos en que el niño no oiga bien y, en ese caso, no ha de disimular, sino que ha de poder decirlo sin tapujos y preguntar», indica la psicóloga.
El caso es que este programa, que es totalmente gratuito para sus beneficiaros y que se financia gracias a la aportación de la Generalitat Valenciana y la Obra Social «La Caixa», ha atendido en el último curso, desde septiembre de 2014 a septiembre de 2015, a 39 niños y 17 familias han recibido intervención psicosocial.
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