
Botánica
¿Por qué huele tan mal en primavera? El culpable es la flor de este árbol ornamental asiático
Se trata de una especie invasora introducida desde fuera de Europa que genera aromas desagradables

La llegada de la primavera al Hemisferio Norte suele suponer un verdadero estallido de vida: muchas especies de animales salen de su prolongado letargo de la hibernación, y las plantas comienzan a florecer. Esta nueva estación llega con días más largos, una suavización de las temperaturas y una tropelía de pétalos, estambres y mucho polen.
Dejando a un lado a las personas alérgicas, la primavera suele ser recibida con alegría, ya que pueden hacerse más actividades al aire libre y las calles y plazas se tiñen con los vivos colores de las plantas florales. Por norma general, la florescencia de las especies ornamentales tiende a dejar un aroma dulce, fresco y agradable, pero no siempre es así.

Existe una especie de planta que fue introducida en la Península Ibérica hace varios siglos que, a pesar de ser usada para embellecer los paseos y caminos de muchos países de Europa, produce un olor que a muchas personas les resulta sumamente desagradable. En los últimos años, hay incluso comunidades de vecinos que han pedido su retirada de varias vías públicas.
¿Por qué huele tan mal en primavera? El culpable es la flor de este árbol ornamental asiático
En estas primeras semanas de primavera en España, tras una etapa lluviosa, parece que la climatología se ha estabilizado y las temperaturas son más altas. Esto ha dejado unas condiciones idóneas para que se produzca un estallido floral repentino en muchas plantas, y se prevé que a mediados del mes de abril los niveles de polen aumenten considerablemente.
El árbol conocido como 'peral de flor' o 'peral de Callery' (Pyrus calleryana) es el responsable de que durante esta estación exista un olor desagradable en muchas calles de nuestro país. Esta especie ornamental, que puede alcanzar hasta los 10 o 15 metros de altura en la naturaleza, se distingue por su profusa floración primaveral de flores blancas.
A pesar de su belleza, el peral de Callery es conocido por el hedor que desprenden sus flores durante la primavera, que muchas personas han descrito como similar a un pescado en descomposición. Este aroma tan desagradable se debe a la emisión de compuestos químicos volátiles, principalmente 'trimetilamina' y 'dimetilamina'.

Estos dos elementos se asocian a olores a pescado y amoníaco, respectivamente. Hay investigaciones que apuntan además a la presencia de 'pirrolina', una molécula vinculada al olor del esperma humano. En España, este árbol ornamental se ha plantado principalmente en áreas urbanas debido a su resistencia y atractivo visual. Cuando llega el otoño, sus hojas adquieren tonalidades rojizas, moradas o amarillas, aportando un notable valor decorativo a parques y calles urbanas.
Solo en Madrid, se estima que existen más de 7.000 ejemplares adornando sus calles. En los últimos años, sin embargo, varias personas y comunidades de vecinos han presentado quejas a los ayuntamientos pidiendo que se eliminen estos árboles de la vía pública. El peral de flor no es autóctono de la Península Ibérica ni de Europa, sino que se introdujo desde China y otras regiones asiáticas a mediados del siglo XX.
Se trajo hasta el 'viejo continente' como árbol ornamental debido a su resistencia a varios agentes bacteriológicos y otra clase de plagas. Debe su nombre a la memoria de Joseph-Marie Callery, un sacerdote y diplomático francés que viajó a China a mediados del siglo XIX y trajo consigo esta planta, que no adquirió tanta relevancia hasta tiempo después.
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