Nuevo Papa
Quinielas de «aperitivi» en Roma
Las conversaciones en la ciudad eterna solo giran en torno a la elección del nuevo Pontífice y en los corrillos que se forman por la calle las apuestas se multiplican
Baltazar Porras, cardenal arzobispo emérito de Caracas, atiende a LA RAZÓN tras participar en la misa «Pro Eligendo Romano Pontifice» y relata que llegó a Roma «desde que comenzaron las congregaciones generales para todos los cardenales», al tiempo que pide silencio y reposo para estos días de cónclave.
«Fue muy interesante lo que sucedió antes de celebrar la misa, en donde estábamos los cardenales, todos en una actitud de gran recogimiento, porque es el momento más importante antes de iniciar el cónclave, y sobre todo porque la experiencia que hemos tenido todos estos días ha sido de una enorme serenidad y de una gran libertad por parte de todos los que hablábamos», dice.
Además, cuenta que «prácticamente todos los cardenales que participamos en las congregaciones conversamos al menos una vez, y cada uno siempre expresa sus puntos de vista», y niega que haya grupos «encontrados», como se ha apuntado en los medios. «Hay un ambiente muy sereno y con un profundo sentido de continuidad de los proyectos inconclusos que dejó el Papa Francisco, y sobre todo lo que significó su Pontificado no solo aquí, en Roma, sino en el mundo entero, para gente creyente y no creyente, de otras religiones y de otras formas de pensamiento. Se siente que Francisco ocupó un espacio en el corazón de todos e, indudablemente, esto ha sido recogido por la inmensa mayoría de los cardenales electores y no electores. Hay necesidad de una continuidad con la creatividad y originalidad que tiene cada Papa», puntualiza.
Para Porras, este es un cónclave inédito, porque hay 71 países representados, «prácticamente el mundo entero», con la problemática de las distintas culturas, los distintos países y diferentes continentes. «Quiero destacar que no hay ninguna pugna de ver quién sale elegido. Hay mucho que agradecer a Europa, pero ya no es el centro del cristianismo. Eso quiere decir que también puede ser un europeo con ese sentido de universalidad que se requiere hoy en día».
Tras despedirnos del cardenal emérito, paramos en un negocio de Via della Conciliazione donde el ambiente es digno de la Champions. Allí son todos italianos de Roma y están apostando por quién será elegido en este cónclave. Un chico dice que debería ser el cardenal de Luxemburgo, Jean Claude Hollerich, y que sería el mejor de todos los Papas; que él apostaba lo que fuera por su victoria. Otra cliente le quita la razón y argumenta que los luxemburgueses son muy fríos; que a ella le gustaría un italiano que fuera intelectual y que no hace falta que sea simpático. Otra dependienta apuesta por el cardenal Pizzaballa. De momento, se han apostado un aperitivo y quedan en verse para pagar la apuesta.
De momento, parece que los estadounidenses lo tienen claro: quieren que el sucesor de Francisco sea continuista. Según un sondeo de la cadena CBS y la encuestadora YouGov, un 42% desea que su legado sea preservado por el próximo Pontífice elegido y un 76% ve favorable el Pontificado de Jorge Bergoglio (2013-2025), conocido por su labor reformadora dentro de la milenaria institución. Eso sí, un 37% de los católicos estadounidenses considera que el próximo Pontífice debe ser más conservador y un 21% que siga una corriente más progresista, según indica la encuesta.
Por su parte, el obispo de Filadelfia, Christopher Cooke, comenta a la salida de la misa: «Me siento muy contento, es un día muy importante en la vida de la Iglesia. Que todo el mundo rece por el Papa que los cardenales van a escoger con la ayuda del Espíritu Santo». Cooke señala que lo importante en estos momentos es tener paz: «Estamos en las manos de Dios siempre, y en este momento lo importante es rezar».
Dos acólitos pertenecientes al seminario de la Diócesis de Roma no ocultan la emoción que tienen en el cuerpo, sobre todo Silvio, porque tuvo el privilegio de asistir a los sacerdotes que celebraron el funeral del Papa Francisco: «Hoy no creemos que salga elegido el nuevo Papa, porque los cardenales necesitan su tiempo para razonar, rezar y encontrar un Papa que lleve bien en los próximos años la vida de la Iglesia. Esperamos que se haga rápido, pero que se haga bien», puntualiza. A lo que otro añade un comentario recordando un dicho italiano: «La gata que se apresura tiene hijos ciegos».