
Polémica
Sanidad se pone en contra a toda la profesión médica frente a su Estatuto Marco
Asociaciones, sindicatos, representantes autonómicos...
todos se resisten

El Ministerio de Sanidad ha conseguido, en estas últimas semanas, ponerse en contra a la profesión médica al completo. Toda una hazaña teniendo en cuenta que, como todo colectivo profesional, el de facultativos tiene opiniones diversas respecto a temas clave en lo referente al marco legal que debe regular su actividad.
Sin embargo, cualquier desavenencia ha quedado eclipsada por la «tomadura de pelo» de la que han sido objeto por el departamento que dirige la anestesista Mónica García que, desde que tomó posesión de su cargo, les prometió mejorar sus condiciones para que quisieran quedarse trabajando para la que, a su juicio, es «la mejor sanidad pública de mundo». Las «falsas promesas» duelen más cuando vienen de alguien que se supone que conoce la profesión.
La causa de su indignación no es otra que las polémicas medidas que ha incluido Sanidad –de manera unilateral y sin consenso– en el borrador del anteproyecto del Estatuto Marco del personal sanitario del Sistema Nacional de Salud (SNS), que se está negociando desde hace meses. El Ministerio sacó el texto de la Mesa del ámbito este verano y lo devolvió hace un par de semanas con la inclusión de algunos artículos que la profesión médica considera «inaceptables». Entre ellos se encuentra la pretensión de obligar a los jefes de servicio de los hospitales y a los residentes que finalizan su formación especializada a trabajar exclusivamente para el sector público (durante 5 años a estos últimos), a «coste 0», o que las guardias de 24 horas se reduzcan a un máximo de 17 pero con la letra pequeña de que se prohíba que sean precedidas o seguidas de un turno ordinario. También la jornada obligatoria de 48 horas a la semana para los facultativos. En un momento como el actual, en el que el debate se centra en la jornada de 37,5 horas semanales para todos los trabajadores (y se debate sobre si tendría que ser de 35), la imposición de 10 horas más para los médicos ha caído como una bomba.
García tiene en contra a la Organización Médica Colegial (OMC), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), al Sindicato Médico de Andalucía, País Vasco, Navarra, Madrid (Amyts), Comunidad Valenciana, Cataluña o La Rioja, a la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid, al Sindicato de Empleados Médicos de Canarias, Facultativos de Galicia Independientes, la Asociación Avanza Médica, la Asociación MIR España y la Plataforma Médicos No Fijos y Médicos Unidos por sus Derechos, entre otros.
El viernes, la Asamblea General de la OMC, que agrupa a todos los colegios oficiales de médicos de España, hizo púbico un manifiesto en el que expresa su «total rechazo» al texto. En un comunicado, la corporación profesional subrayó «la Asamblea General de la OMC y las juntas directivas de todos los Colegios de Médicos de España apoyan la movilización del próximo 13 de febrero a las 12 horas frente al Ministerio de Sanidad», conformando así una unidad histórica contra Sanidad. Una movilización que han convocado todos los sindicatos médicos que hay en el país.
Según la OMC, el anteproyecto de ley no solo es un tema laboral, es un estatuto que «enmarca» al ejercicio de la profesión médica. Además, asegura que respalda y apoya a los sindicatos médicos para la negociación de un estatuto propio para los médicos/as.
«Las organizaciones estamos decididas a coordinar las acciones necesarias para alcanzar una regulación específica para el médico y el facultativo enfocada a que el Sistema Nacional de Salud mantenga su elevado nivel de calidad asistencial y un grado de satisfacción relevante por parte de la ciudadanía», reseñaron los convocantes de la manifestación esta semana.
Los convocantes también han pedido a Sanidad que «escuche y tenga en cuenta reivindicaciones históricas y justas. Se trata de un momento crucial para decidir el futuro de la profesión y más si el Ministerio de Sanidad no está decidido a avanzar en un Estatuto propio, ni a mejorar significativamente nuestras condiciones de ejercicio», advirtieron.
Ni García ni su segundo, Javier Padilla, han mostrado flexibilidad alguna ante las peticiones del colectivo médico. La ministra dejó claro, después de la reunión de la Mesa del Ámbito el pasado 22 de enero, que el objetivo de su departamento es que el nuevo Estatuto Marco que salga de las negociaciones «recoja a todas las categorías» y que sea «para todos los profesionales de la salud: enfermeras, médicos e investigadores, entre otros muchos».
Por su parte, el secretario de Estado de Sanidad declaró hace unos días que «no existe estatuto propio para ninguna profesión» y que «si lo que quieren (en alusión a los médicos) es dejar de ser estatutarios y pasarse al régimen laboral, que lo digan directamente».
Y es que como ejemplo, el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) ha convocado paros de media hora para el día 10 para mostrar la «precariedad» y el «descontento» del colectivo por el Estatuto Marco de la profesión.
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