Entrevista

Saúl Braceras: "No creo que las personas sean malas en su totalidad"

Ha dedicado toda su vida al trabajo periodístico, más de 4.000 artículos en medios nacionales y extranjeros sobre geo-estrategia, historia, política internacional, arqueología y deportes. Ahora ha sacado a la venta "El Cielo Visto Desde Arriba", una novela sobre las personas donde el régimen nazi subyace.

Saúl Braceras en su casa de San Lorenzo de El Escorial
Saúl Braceras en su casa de San Lorenzo de El Escorial con un ejemplar de "El Cielo Visto Desde Arriba"La Razón

- ¿Es verdad que al filo de la medianoche se dicen las mayores verdades?

- Sí, no tengo dudas, aunque también las mayores mentiras. Depende de nuestra personalidad y nuestras ansias. Particularmente, siempre he sido noctámbulo, factiblemente por entender que en las sombras nos movemos mejor que ante la luz del sol. Es una zona más segura, más confortable.

- Antes de entrar en materia, me gustaría saber desde cuándo escribe.

- Desde toda la vida. Mi primera novela corta o cuento largo, veinte páginas, lo hice con seis años. La lectura era mi pasión, pero cuando vi que había cuentos o novelas que no me gustaban, los mejoraba a mi manera, escribiendo una versión paralela. De esta forma, lectura y escritura fueron de la mano. Como es lógico, en mis comienzos no sabía que ése era el camino. Ahora, y desde hace tiempo, lo sé. Para escribir hay que leer mucho y para escribir bien hay que leer muchísimo.

He dedicado toda mi vida al trabajo periodístico, más de cuatro mil artículos en medios nacionales y extranjeros sobre geo-estrategia, historia, política internacional, arqueología y deportes. El periodismo es una de las profesiones más bellas y que me ha permitido conocer dos tercios del mundo, ver sus grandezas y miserias. Pero, sobre todo comprender que los seres humanos somos iguales, que en todos sitios los padres aman a sus hijos y quieren para ellos lo mejor. ¿Acaso no es la clave para entender las grandes migraciones que presenciamos todos los días? Hasta hace poco creíamos que las guerras eran cosa del pasado. Las ha habido siempre y me temo que las seguirá habiendo. Todo ello me ha llevado a escribir sobre diferentes temas, que es lo que más me apasiona. Por ejemplo, "Ocaso en el Líbano", trama de espionaje relacionado con la venta ilegal de armas, grupos terroristas, etcétera. "Estación Oscura", histórica. Transcurre durante la rebelión boxer en China en 1902. "El Manuscrito de Magerit", un thriller fantástico en la actualidad. "Siempre nos quedará París", mi continuación de la película Casablanca. "El bosque de tul", novela erótica. "El cielo visto desde arriba", mezcla de espionaje y ciencia ficción. Y en preparación se encuentra "Cuando todo está dicho". Además de unos diez libros de cuentos, obras de teatro y un guion de cine, "El gran desfile".

- Algún autor o autores que le hayan marcado.

- Jorge Luis Borges. En él encontré las claves para entender el proceso creativo. En su poder de síntesis se halla la grandeza de nuestro idioma. Sé que hoy en día en que nuestra sociedad se avoca hacia una segunda Edad Media, donde lo feo es bonito, donde la informalidad es el quid de lo sublime, la literatura debe echar mano de sus grandes genios, que en español no estamos huérfanos, para frenar o invertir dicho proceso. Mas no debemos cerrarnos a nuestro entorno, J. K. Rawling nos mostró un camino al hacer leer a nuestros niños. En el colegio me hacían leer "El Quijote", para el cual no estaba preparado, pero Julio Verne, Emilio Salgari, Rudyard Kipling y tantos más me rescataron.

- ¿Por qué ahora una novela sobre el nazismo?

- A decir verdad, no sé si es una novela sobre el nazismo, sí creo que lo es sobre personas, donde el régimen nazi subyace. Lo terrible de esto y a la vez, inexplicable es que en un país como la Alemania de la República de Weimar prendiera esta ideología sociópata. No olvidemos que era el país más culto de Europa, ergo del mundo. Y en un arrebato socio-político dejan de lado la grandeza de todos sus pensadores, escritores, poetas y filósofos para ahogar al mundo en sangre. Es un hecho sin precedentes. Hasta la Segunda Guerra Mundial los humanos nos asesinábamos por tierras, dinero, ganado y también por las mujeres, como el rapto de las sabinas. Pero con el nazismo se va hacia la hecatombe del ser humano.

- ¿Cómo nació "El Cielo Visto Desde Arriba"?

- Hace algunos años leí el télex de Reuters que publico al inicio del primer capítulo. A partir de ahí, voy construyendo una historia, con un porcentaje altísimo de personajes reales y muy pocos inventados. Sin embargo, invierto dicha cuantía en los diálogos que son casi todos ficticios. No creo que las personas sean malas en su totalidad, hasta Hitler quería a su perro y posiblemente a Eva Braun. Es decir, sí podemos encontrar rasgos de humanidad hasta en los seres más ruines, ¿por qué ocurre lo que ya sabemos? Creo que el hombre, para exculparse de hechos como el nazismo, ha creado entidades, asociaciones y mecanismos donde el mal es algo ajeno a la voluntad del ejecutor y lo acaecido corresponde a la obediencia debida. Es como decir que quien abre la llave del gas no tiene la culpa. A él se lo han ordenado. Como disculpa es bastante pobre.

En "El Cielo Visto Desde Arriba" he querido plasmar ese hecho y para ello me valgo de ciertos artilugios para ir deshilvanando la madeja de la historia. Donde los funcionarios de cualquier color o bandera hacen lo mismo: nada. Se copian los informes unos a otros y todo para sobrevivir en un marasmo intelectual, salvo en el mejor de los Servicios Secretos del mundo y no es el que usted piensa.

Es una novela de encuentros y desencuentros entre hombres y mujeres que tratan de vivir, aun arrastrando pasados ignominiosos, aferrándose a cualquier cosa.

- ¿Una historia de malos y buenos?

- La vida es una cuestión de matices. Todos los personajes están presos de sí mismos. Cuando uno está en un baile, debe bailar. No creo en eso de que todos son víctimas. No. Como en todo lo que rodea nuestro mundo, hay víctimas y victimarios, aunque haya zonas grises. Yo sé que un beso es muchas cosas: una declaración de amor y también un intercambio de bacterias. Pensemos con cuál nos quedamos. Mi sobrina mayor, María, que es una mujer inteligentísima, dice: el mal nunca puede triunfar, porque en cuanto lo hace se trasforma en bien.

- ¿Qué es lo que más disfrutas cuando escribes una novela?

- La investigación. No sólo por su resultado en la suspensión de la incredulidad, sino por dejarme entrever un universo hasta ese momento desconocido.

- ¿Qué es lo que se necesita para escribir una novela?

- La exigencia de contar una historia y, no menos importante, lo dijo Virginia Wolf: un poco de dinero para vivir y una habitación con llave. A lo que añado: un buen corrector, alguien que conozca la obra del autor y sepa ahondar en ella. En mi caso, tengo la mejor correctora, Liliana Delucchi, mi mujer. No tengo dudas, sin su injerencia, mi obra no sería igual. Me valgo de sus conocimientos como autora de relatos breves como puede verse en su revista literaria Nuevo Akelarre Literario, donde junto a unas amigas, eximias escritoras, todos los meses deleitan a sus lectores.

Sábato dijo en una conferencia en Buenos Aires hace más de cuarenta años, que «si Fiódor Dostoyevski no hubiese escrito Crimen y Castigo, quizás él hubiese matado una vieja usurera». Se quedó un momento pensando y agregó: «Tal vez las cárceles estén llenas de personas que nunca escribieron una novela.» Escribir es una necesidad.