Murcia

«Sigo y seguiré "boicoteando"a la farmacéutica hasta que no pague a los afectados españoles de la talidomida»

«Las víctimas necesitan tratamiento fisioterapéutico para mejorar su calidad de vida. ¿Por qué las alemanas lo reciben y las españolas no?». «A mis pacientes les explico que tal fármaco es del laboratorio que no quiere pagar a los afectados por la talidomida»

Doctor José Martínez López, médico de familia del Centro de Salud Molina de Segura, Murcia
Doctor José Martínez López, médico de familia del Centro de Salud Molina de Segura, Murcialarazon

El Supremo no condenó al laboratorio Grünenthal Pharma. No les obligó a pagar a los afectados por una patente con la que se lucraron. No lo hizo porque había pasado demasiado tiempo, el mismo que la mayoría de los afectados lleva costeándose los fármacos para reducir los dolores, las prótesis... Parece que esta sentencia ha dejado en el olvido a estas víctimas que tienen nombre y apellido. Son vecinos, amigos o completos desconocidos que sin ni siquiera haber nacido tuvieron la mala suerte de que a sus madres les recetaran un fármaco antináuseas que se vendía aseverando que no tenía contraindicaciones. Se lo recetaban médicos como puede ser hoy su médico de familia. Entonces se desconocían las consecuencias que este fármaco iba a ocasionar en el desarrollo de los fetos: muerte, extremidades cortas... Por eso hoy y siempre será importante que haya médicos como el doctor José Martínez López, médico de familia del Centro de Salud Molina de Segura, en Murcia, que ha decidido boicotear al laboratorio alemán hasta que no indemnicen a las víctimas. “Independientemente de las decisiones judiciales, pedimos a Grünenthal que se responsabilicen de lo que hicieron. Yo personalmente cuando prescribo un fármaco a mis pacientes pongo el principio activo para que ellos decidan cuál quieren. Pero les explico que si hay genérico, de tal laboratorio o de otro, y si Grünenthal tiene un producto les explico que este laboratorio no quiere pagar a los afectados españoles de la talidomida, y sí, en cambio, ha indemnizado a los alemanes”. La reacción de los pacientes es positiva: “Me dicen que si son iguales no quieren tomar productos de un laboratorio que trata así a los afectados”, asegura el médico de familia.

El doctor está convencido de que si toda la sociedad tomara conciencia se podría conseguir el apoyo que las víctimas necesitan. “No tiene ningún sentido cómo se trató a las víctimas alemanas y de otros países y cómo se ha tratado a las españolas. Resulta indignante. Las víctimas no tienen culpa de nada, no importa dónde hayan nacido y, sin embargo, nadie les da el respaldo que necesitan para poder mejorar su calidad de vida. Además de necesitar fármacos para reducir el dolor, necesitan apoyo fisioterapéutico. ¿Por qué aquí no se lo dan y las víctimas alemanas sí reciben tratamiento fisioterapéutico que mejora su calidad de vida?”, se pregunta Martínez López.

Razón no le falta. Aunque desde el laboratorio alemán siempre se recuerda que las víctimas pueden solicitar las ayudas que ofrecen a través de la fundación Contergan. Este periódico ya publicó los requisitos que la fundación alemana (pagada por el laboratorio) pedía a las víctimas para poder percibir las indemnizaciones. Así, en el anexo 2, Contergan urgía a las posibles víctimas a presentar qué «fármacos han sido recetados, por quién, y quién los ha tomado. Cuándo los ha tomado. Le rogamos adjuntar recetas médicas, informes médicos o clínicos u otras opiniones....». Un muro que parece infranqueable 49 años después, y cuando las víctimas creen que han presentado todo lo que se les pide, incluida la declaración jurada del médico que recetó la talidomida a la madre del afectado y el parte médico que acredita las malformaciones, la entidad se lo deniega. También deniega las indemnizaciones a las víctimas que el Estado, a través del Real Decreto de 2010, sí consideró y avaló como tales. De hecho, basta recordar que mientras el Estado ha pagado a 22 afectados (una cifra que sigue siendo muy baja), la fundación alemana sólo ha indemnizado a 11 víctimas españolas.

Por este y otros motivos, el doctor lleva “años haciendo este ‘’boicot’’ o esta forma de pedir que se haga justicia y lo seguiré haciendo. Es un compromiso personal. Y no, no tengo ni familiares ni amigos afectados, sino que creo en ello, en que se les haga justicia”. Y no, por este compromiso no ha sufrido ninguna represalia. “Siempre he tenido una postura clara. Yo me debo a los pacientes, no a los laboratorios”.

Pero no todos piensan igual. Muchos prefieren permanecer en un plano discreto. Es el caso de un farmacéutico que al no ser suya la farmacia prefiere que su nombre no salga. Su compromiso es igual que el del doctor. Hasta que no haya justicia con las víctimas de la talidomida no cesarán, porque ¿y si hubieran sido sus hijos, sus padres o usted uno de los afectados?