Una mujer abusa de un niño pero elude la cárcel porque el menor «está orgulloso» de lo que pasó

Una polémica sentencia permitirá a una mujer de 21 años salir indemne a pesar de haber abusado sexualmente de un niño de 11 años. Esta decisión ha sido tomada por un juez después de escuchar el relato de los hechos y las consecuencias que ha supuesto. El 30 de noviembre del pasado año, Jade Hatt se quedó a cuidar a la víctima en la localidad británica de Swindom como había hecho ya en otras seis ocasiones anteriormente. Pero esta vez fue distinta. Hatt, que había tenido un escarceo sexual con el padre del menor, se quedó con el niño que ese día no había ido al colegio por estar enfermo. Hatt llegó sobre las 11:30 horas, se desnudó, hizo lo mismo con el niño y se sentó sobre él. Según declaró la mujer, comenzó a moverse, rozando sus partes íntimas con las del niño y tuvieron relaciones sexuales. "A pesar de que duró unos 45 minutos, lo disfrute", llegó a declarar, informa el diario "Swindon Advertiser".

Cuando el padre regresó a casa vio que el menor tenía la marca de un beso en el cuello y tras revisar el teléfono de la cuidadora, en el que había varios mensajes relatando lo ocurrido, llamó a la Policía. Cuando llegaron los agentes intentó defenderse y dijo que pensaba que el niño tenía 15 años, a pesar de que el padre le había dicho que en realidad tenía 11.

Durante el juicio, Hatt se declaró culpable de los hechos, pero el padre dijo a la corte que su hijo tenía una madurez superior a su edad y físicamente parece mayor. Estoy convencido de que le dijo que tenía 15 años. Está loco por el sexo y está encantado con la experiencia. Lo considera como una muesca en su cinturón (forma figurativa de decir que es un logro) y no está afectado por lo ocurrido".

Además, relató que la madurez del niño era producto de una dura infancia, en la que tuvo que pasar dos años en el hospital, entre los cinco y los siete años, debido a una leucemia. También justificó a la cuidadora y dijo en su favor que es muy inmadura para su edad y que reconoció los hechos desde el primer momento.

El juez Tim Mousley dijo que era un caso excepcional que le permitía dar una sentencia que se salía de los parámetros habituales. "Tengo muy claro que es un niño de 11 años muy maduro y los 20 de ella son muy inmaduros por lo que se estrecha la diferencia de edad entre los dos", indicó. Por ello, sentenció impuso una pena de cárcel de seis meses, cuya ejecución fue suspendida, y le prohibió tener contacto no supervisado con niños pequeños durante dos años. Además, deberá quedar registrada como delincuente sexual durante siete años.