Una mujer apaga un cigarrillo en los ojos de su perro y luego le rompe las patas

Los grupos de derechos de los animales están buscando a una mujer que fue grabada apagando un cigarrillo en los ojos de un perro, para posteriormente romper las patas del animal.

La crueldad no conoce límites. Los grupos de derechos de los animales están buscando a una mujer que fue grabada apagando un cigarrillo en los ojos de un perro, para posteriormente romper las patas del animal de forma violenta, según publica The Sun.

Estas fuertes imágenes circularon por las diferentes redes sociales, especialmente por WhatsApp, por donde le llegó a la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales en Singapur y procedió a denunciar a la agresora. En el vídeo, la mujer aparece fumando y, una vez que termina, sujeta al perro y lo apaga en sus ojos, y al tener amordazada la boca con cinta adhesiva, apenas puede quejarse del dolor o defenderse.

“Hay indicios de que el incidente no puede haber ocurrido en Singapur, pero estamos explorando todas las posibilidades y apelando urgentemente a la información creíble para buscar la justicia para el cachorro”, dijo la asociación singapurense en un comunicado en Facebook.

Grabado en 2012, son cuatro minutos los que duran estas imágenes. La mujer repite esta acción repetidas veces, y para finalizar, agarra al perro con fuerza y le rompe sus patas. Sin embargo, este caso ya fue llevado ante la justicia. La autora de la agresión y su pareja, reconocidos como Dorma y Vicente Ridon, habían sido declarados culpables de abuso infantil, delitos de bienestar animal, trata de personas y delitos de protección de la vida silvestre en un tribunal de Filipinas en 2014. “Si conoces la identidad y el paradero de la mujer, por favor, proporciona la información a la agencia relevante de tu país”.

Carla Day, activista por los derechos de los animales de Indonesia, inició una petición para que las plataformas de redes sociales rastreen a la mujer. Por su parte, la SPCA de Singapur pidió que “por favor, no circule el vídeo”, sobre todo porque “hay sindicatos que se benefician de las películas de tortura animal, incluyendo algunas que se producen para el fetichista sexual”.