Salud
Una niña cae en coma por culpa de una ameba "comecerebros"
La menor pudo contraerla mientras se bañaba en un río
Lily Mae Avant, de 10 años, se debate entre la vida y la muerte, después de que una ameba comecerebros se introdujera en su organismo mientras se bañaba en el río Brazos, en estado de Texas (EEUU).
Lily Mae Avant, de 10 años, se debate entre la vida y la muerte, después de que una ameba comecerebros se introdujera en su organismo mientras se bañaba en el río Brazos, en estado de Texas (EEUU). El pasado 8 de septiembre, la niña comenzó a tener fuertes dolores de cabeza, acompañados por fiebre alta. Ls padres de Lily sospecharon de que algo iba mal y la trasladaron al hospital. Podía ser un virus de los que corren por los colegios, que se pasan con analgésicos y algo de reposo. Pero con el paso de los días el estado de Lily empeoró. El martes pasado se despertó, abrió los ojos pero no respondía a los estímulos de sus padres, no hablaba, no respondía y fueron directamente a Urgencias. Allí detectaron que tenía una meningoescefalitis provocada por la ameba Naegleria fowleri, que popularmente se la conoce como ameba comecerebro. Tras el examen, recibió tratamiento para la meningitis bacteriana y viral y fue enviada a Cook Children’s en Fort Worth, donde le realizaron una punción lumbar que confirmó la infección causada por la ameba.
Según el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas la meningoencefalitis amebiana primaria es rara y casi siempre mortal. Sólo se conocen cinco casos documentados de personas que han logrado superarla.
Estas amebas se encuentran en zonas de agua dulce de zonas templadas. Los padres creen que la pudo contraer mientras nadaba en un río, algo que hicieron varios niños más pero ninguno de los demás resultó afectado. Un portavoz del Departamento de Servicios de Salud explicó que no saben por qué unas personas enferman y otras no, por lo que recomendaron que la gente no se bañe en lagos o ríos donde se haya producido una infección de este tipo.
Las personas infectadas suelen morir entre uno y 18 días después de contraer la bacteria, con una media de cinco días. Pero Lily sigue luchando contra la enfermedad y ha superado ya los siete días, lo que la familia ve como una buena señal. El padre, John Crawson habló en una vigilia el pasado viernes y dijo que Lily "es una luchadora. Es la persona más fuerte que conozco".
✕
Accede a tu cuenta para comentar