Extremadura

Vestidas de novia y con tacones, singular carrera por las calles de Talavera

Un centenar de mujeres ha participado esta tarde en la “Carrera de Novias”de Talavera de la Reina (Toledo), en la que las participantes deben correr por las calles de la ciudad ataviadas con vestidos de novia y zapatos de tacón.

Ha sido la cuarta edición de esta particular competición, en la que en esta ocasión se han inscrito cerca de un centenar de mujeres de Talavera de la Reina y comarca, así como de las provincias de Toledo, Ciudad Real y Ávila y de las vecinas comunidades de Madrid y Extremadura.

La carrera nació de la mano de la Revista Cromática y de la asociación cultural "Válgame Dios"con el objetivo, según ha relatado a Efe el director de la publicación, Gepi Martín, "de pasar un buen rato, de entretenimiento y diversión, además de impulsar el comercio en la zona centro".

Martín ha destacado que se trata de un evento "único"en España, que va creciendo año tras año en número de participantes, según ha subrayado la portavoz de "Válgame Dios", Sonia Durán, quien ha añadido que en la carrera de esta tarde han participado incluido mujeres de nacionalidad china y marroquí.

Competir no resulta sencillo, pues lejos de las tradicionales pruebas deportivas en las que las zapatillas y la ropa cómoda son el mejor aliado para ganar movilidad y velocidad, en este caso la comodidad es prácticamente nula.

Para participar es imprescindible ir de blanco, pero no con un vestido cualquiera, sino con el de la boda, y además hay que correr con zapatos de tacón.

A la dificultad de ir ataviada de esta guisa hay que añadir que el recorrido transcurre por el centro de la ciudad, por calles empedradas que, desde luego, distan mucho de las lisas y llanas pistas de atletismo.

Afortunadamente la distancia a recorrer no es demasiado larga, unos 500 metros, aunque sí lo suficiente para que las corredoras lleguen exhaustas y doloridas a la meta debido a los tacones.

En contrapartida por el esfuerzo, las veinte primeras en llegar a la meta han obtenido premios como viajes, cenas, vales descuento, tratamientos de belleza y hasta el sorteo de un cheque de 1.000 euros entre todas las mujeres que finalizan la prueba.

Y no ha valido correr con zapatos planos o con ellos en la mano, las participantes han tenido que llevarlos puestos desde la salida, situada en la Plaza de España, hasta la línea de meta, en la calle San Francisco.

No solo está el aliciente de los premios, sino que todo lo que se organiza alrededor del evento tiene como finalidad hacer de este día una jornada inolvidable y diferente.

Para empezar, las novias son peinadas y maquilladas a primera hora de la mañana porque, además de ejercer su papel de atletas, sirven de modelos a los profesionales inscritos en el concurso de fotografía que se desarrolla como complemento a esta prueba.

A lo largo del día, posan en lugares emblemáticos de la ciudad, especialmente del casco histórico, para componer un original álbum que se publica después en la citada revista.

Los fotógrafos muestran su habilidad y maestría captando las imágenes de la jornada y del evento, pues están en juego el premio a la mejor fotografía, a la imagen más divertida y a la mejor foto de grupo.

Las novias coinciden en que, al margen de la rivalidad, es una experiencia "muy divertida", además de "original, peculiar, entretenida y única", por lo que muchas repiten.

Así es esta carrera, a la que las participantes acuden sin ramo y sin novio, pero con ganas de disfrutar y de darlo todo, aunque para ello tengan que envolverse los pies en vendas y cinta americana para evitar lesiones en los tobillos y que se les salgan los zapatos.