Software para todos los gustos, un E3 para seguir soñando

La Feria Electrónica del Entretenimiento cumplió, casi contra pronóstico, con su cometido y tras tres días intensos y frenéticos de presentaciones, anuncios, comunicados y aluvión de vídeos queda un poso más que aceptable de lo que está por venir. Como viene siendo habitual, el foco de atención lo centraron las diversas presentaciones paralelas que las grandes compañías del videojuego realizaron en la previa al comienzo en sí del evento o en las primeras horas del mismo.

A priori y según cabe colegir a raíz de los cientos publicados al respecto, algunos de los anuncios más sonados han sido el remake de Final Fantasy VII, la puesta en marcha del icónico Shenmue III mediante campaña de éxito vía Kickstarter , el icónico The Last Guardian y la próxima retrocompatibilidad de los juegos de Xbox 360 en Xbox One. Así a simple vista puede colegirse que la feria tampoco ha supuesto un cambio exponencial en el rumbo del sector, sino más bien y punto y seguido que hace bueno aquello de que “si algo funciona para qué cambiarlo”.

Sony se sale, Microsoft mantiene el tipo y Nintendo flojea

Tras los vistos en los tres frenéticos días de la feria, Sony consiguió copar gran parte de la atención mediática. The Last Guardian, Shenmue III, Final Fantasy VII, Uncharted 4, Horizon, Hitman y así un largo etcétera de prometedoras producciones fueron las que protagonizaron las primeras horas de la feria de la mano de la firma japonesa que parece encaminadas, cuando menos, a mantener y tal vez incrementar su situación actual de monopolio en el campo de las consolas de sobremesa.

Por su parte Microsoft contrarrestó con lo que mejor sabe hacer, fomentar su más que competitivo catálogo de productos y, fundamentalmente su intención de facilitar la compatibilidad de los títulos de su consola anterior con Xbox One, algo que todo el mundo esperaba hace tiempo. La compañía de Redmon recurrió a franquicias de gran calado como Halo 5, Dark Souls 3, Forza 6 y el exclusivo para su consola Rise of the Tomb Raider para tratar de seguir cautivando fans con un catálogo completo de títulos.

Nintendo ofreció un evento digital donde lo más característico fue que sus presentadores habituales, Miyamoto y compañía comparecían al estilo de teleñecos. La cita estuvo trufada de diversos anuncios, en los que salvo contadas excepciones, como The Legend of Zelda, Starfox o Super Mario Maker, no hubo demasiadas opciones para considerar su evento como memorable.

Bethesda con Fallout 4, Square Enix con Kingdom hearts III, Deus Ex Mankind Divided y el citado remake de Final Fantasy VII, Ubisoft tirando de clásicos como Assasin’s Creed, Rainbow Six y el nuevo South Park y Electronic Arts con su espectacular Star Wars Battlefront, también han tenido gran parte de protagonismo en el E3

Echamos en falta

Tal vez la presentación de un nuevo hardware, que siempre es un revulsivo para la industria, más detalles sobre proyectos de futuro de realidad virtual aparte de las pequeñas cosas que se pudieron ver de Project Morpheus o quizás algún producto verdaderamente rompedor. Sea como fuere el E3 de este cursó brilló en calidad y cantidad de títulos allí presentados, la gran mayoría de perfil continuista, como síntoma inequívoco de que el sector sigue gozando de un gran presente y de un futuro cuando menos esperanzador.

Aventuras, plataformas, lucha, acción, disparos, puzles, independientes, accesorios, realidad virtual, multijugador masivo online y así un largo etcétera de estilos de entretenimiento, todos ellos loables en su concepto original pero, como no podía ser de otra forma, sujetos a la decisión final de los usuarios que esta vez se pudieron colar en un pequeño número en el Sancta Sanctorum del videojuego.

Por las cosas que se dijeron, por las que se intuyeron o por lo que se ocultó no nos queda otra que proclamar a los cuatro vientos ¡larga vida al E3!