El CD reina en los Balcanes

Aquí el CD todavía es el rey: por qué los Balcanes han vuelto al Discman y han renegado de Spotify

Los reproductores de CD portátiles regresan con tecnología moderna, DACs avanzados y conectividad Bluetooth mientras Europa del Este valora la música física frente al streaming

Las tiendas de discos siguen teniendo un lugar importante en los Balcanes
Las tiendas de discos siguen teniendo un lugar importante en los BalcanesUnsplash

Ya se había convertido en una especie de broma entre los entusiastas del audio, pero los reproductores de CD portátiles están volviendo con fuerza. En pleno 2025, mientras el mundo se debate entre Spotify y Apple Music, hay quienes redescubren el placer de la música física con dispositivos que combinan la nostalgia del Discman con la tecnología más avanzada. Y no, no es solo nostalgia.

La tendencia ha cobrado especial relevancia tras las experiencias de viajeros en los Balcanes, donde las conexiones de internet son caras y los algoritmos no deciden qué escuchar. Tal y como recoge ecoustics, los nuevos reproductores como el FiiO DM13 y el Shanling EC Zero T demuestran que la música física no solo sobrevive, sino que evoluciona.

Los Balcanes y su particular mercado musical

Vamos a poner un poco de contexto sobre la mesa. En Croacia, mientras los turistas se agolpan en Dubrovnik y Split, las tiendas como Dancing Bear se han convertido en refugios para los amantes de la música tangible. Con sedes en Zagreb, Split y Osijek, estos establecimientos ofrecen vinilos nuevos de 30 a 60 euros, mientras los CDs oscilan entre 15 y 30 euros. Los precios resultan mucho más asequibles que en Estados Unidos.

¿Y qué pasa con el streaming? Pues la región mantiene una relación peculiar con estas plataformas. SoundCloud lidera el mercado croata con un 62%, frente al dominio de Spotify en Italia con un 67%. Los datos muestran cómo Europa del Este valora la propiedad física incluso en la era digital. Ellos parece ser que lo entienden, quizá en el resto del mundo deberíamos tomar nota.

Los nuevos dispositivos han evolucionado bastante respecto a los antiguos Discman. El FiiO DM13, por unos 160 euros, incluye Bluetooth aptX HD y capacidad para grabar CDs directamente en USB con calidad WAV. Su batería alcanza las 8 horas de reproducción y cuenta con salidas balanceadas de 4.4mm además de la tradicional de 3.5mm. No está nada mal para un dispositivo que muchos daban por muerto.

Por su parte, el Shanling EC Zero T apuesta por la amplificación con válvulas de vacío y un DAC R2R para audiófilos exigentes. Con un precio de unos 440 euros, incorpora Bluetooth 5.3 y un diseño premium con toques retro. Es caro, sí, pero está dirigido a un público que busca calidad por encima de todo.

¿Y vale la pena? Pues la verdad es que estos reproductores responden a tres demandas actuales: propiedad frente a alquiler de música, calidad de audio sin compresión y la experiencia táctil de leer libretos y disfrutar portadas artísticas. En un mundo dominado por listas de reproducción efímeras, representan una alternativa tangible a los servicios de streaming.

Los mercados de segunda mano de CDs experimentan un crecimiento del 15% anual, según datos de la industria musical. Los jóvenes lideran esta tendencia al buscar alternativas a los servicios de streaming que consideran temporales y limitados por algoritmos que deciden qué música escuchar. Es curioso, pero tiene sentido. Ya lo hemos visto en el mercado de cassettes, era cuestión de tiempo que saltase a otros.

La tecnología actual permite que estos dispositivos sean más que simples reproductores nostálgicos. Con baterías que superan las 8 horas, salidas balanceadas y compatibilidad con múltiples formatos, se han convertido en herramientas serias para audiófilos y viajeros que priorizan la calidad sobre la comodidad del streaming.

Si lo que estás buscando es una alternativa a Spotify que te permita poseer realmente tu música sin gastarte dinero cada mes, estos reproductores cubren tus necesidades. Ahora bien, es necesario tener en cuenta que suponen un cambio de mentalidad: de la inmediatez del streaming a la paciencia de la música física. En los Balcanes ya lo tienen claro.