Riesgo

El dato que hiela la sangre: los adolescentes pasan uno de cada cinco minutos al volante mirando el móvil en lugar de la carretera

Un nuevo y preocupante estudio revela la enorme desconexión que existe entre la percepción del riesgo y el comportamiento real de los adolescentes en la carretera

Una persona usando el móvil en el coche
Una persona usando el móvil en el cocheUnsplash

Un nuevo estudio publicado en Taylor and Francis ha puesto cifras a una realidad que, aunque intuíamos, resulta escalofriante al verla negro sobre blanco. La investigación, llevada a cabo con la participación de más de 1.100 conductores adolescentes de Estados Unidos, revela el alarmante tiempo que los jóvenes pasan distraídos con sus teléfonos mientras conducen.

El dato principal es demoledor: los participantes en el estudio admitieron pasar una media del 21,1% de cada viaje mirando sus teléfonos mientras el coche está en movimiento. Dicho de una forma más sencilla y directa, esto significa que los conductores noveles pasan, de media, uno de cada cinco minutos al volante sin prestar atención a la carretera.

Pero el peligro no se queda ahí. El estudio también desvela que, de esas miradas al móvil, un 26,5% duran dos segundos o más. Para ponerlo en perspectiva, desviar la vista de la carretera durante solo dos segundos a 90 km/h equivale a recorrer una distancia de 50 metros a ciegas, la longitud de una piscina olímpica.

Lo más sorprendente del estudio, sin embargo, es el motivo que hay detrás de esta peligrosa práctica. Contrariamente a lo que se podría pensar, la necesidad de usar el GPS no es la razón principal. Según los datos cualitativos del informe, la causa más común para usar el móvil al volante era el entretenimiento (65%), seguido del envío de mensajes de texto (40%) y, en último lugar, la navegación (30%). En resumen, la mayoría de las distracciones son una elección consciente por puro ocio.

Los autores del estudio señalan que estos hallazgos son cruciales para poder diseñar campañas de concienciación e intervenciones más eficaces, como fomentar el uso del modo "No Molestar" o, simplemente, la práctica de dejar el teléfono fuera del alcance mientras se conduce. Un recordatorio de que, a pesar de conocer los riesgos, la batalla contra la distracción al volante sigue siendo uno de los mayores desafíos para la seguridad vial.