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Medicina

Elon Musk, dueño de xAI, sentencia un trabajo clave en nuestra sociedad hoy en día: "La IA ya es mejor que la mayoría de los médicos"

Armados con la inteligencia artificial, los pacientes ya no acuden al médico a preguntar, sino a cuestionar diagnósticos, rompiendo así la posición de referencia y confianza del facultativo a la hora de pasar consulta

Elon Musk, CEO de xAI entre otras AP/Matt Rourke

El médico del futuro ya no será el guardián del conocimiento, sino un asesor experto y empático. O al menos así lo vaticinan algunas de las personalidades más relevantes en el panorama tecnológico actual. ¿El motivo? El avance de la inteligencia artificial en materia de medicina.

Es el caso por ejemplo de Elon Musk, dueño y fundador de xAI, la empresa detrás del modelo de inteligencia artificial Grok, para quien la figura de los médicos actuales y su valor no residirá en memorizar una cantidad ingente de información, una tarea en la que cualquier máquina le superará, sino en su capacidad para interpretar los datos que ofrezca la tecnología.

Con ellos, su papel quedará relegado al hecho de contrastar esos datos con su juicio clínico y, sobre todo, comunicarlos con la cercanía que solo un ser humano puede ofrecer. Este cambio de paradigma es la respuesta ineludible a una revolución que ya está en marcha en las consultas de todo el mundo.

Un desafío que redefine la profesión médica

De hecho, muchos facultativos comienzan a ver la inteligencia artificial como una amenaza a su autoridad. Se enfrentan a un escrutinio sin precedentes por parte de pacientes que llegan a la visita con un arsenal de preguntas de alta especificidad, formuladas tras consultar con herramientas como ChatGPT o Grok.

Esta nueva dinámica pone a prueba su competencia en tiempo real y socava la tradicional confianza que cimentaba la relación sanitaria, algo de lo que se hizo eco Elon Musk a través de la red social 'X', de la que es propietario.

En su publicación, Musk respondía en un hilo en el que se ponía el ejemplo de una paciente oncológica que acudió a un asistente de inteligencia artificial para cuestionar los diagnósticos médicos y tomar la mejor decisión de cara a su tratamiento. Para el magnate canadiense de origen sudafricano, se trata solo de una primera muestra de lo que está por llegar:

"La IA ya es mejor que la mayoría de los médicos, esa es la pura verdad, y mejorará mucho. Lo mismo ocurre con todos los trabajos, incluido el mío"

Elon Musk, vía 'X'

Por otro lado, este fenómeno y la idea de Elon Musk no son un hecho aislado. Cada vez más pacientes acuden a la consulta armados con información de la inteligencia artificial no solo para entender sus dolencias, sino para participar activamente en las decisiones sobre su tratamiento. La inmediatez y el aparente rigor de los algoritmos están llevando a algunos a cuestionar el valor de la visita presencial, alterando por completo el equilibrio de poder.

Sin embargo, frente a esta tensión, surgen voces que auguran un futuro de colaboración en lugar de confrontación. Figuras como Demis Hassabis, de Google DeepMind, defienden que la inteligencia artificial puede convertirse en la gran aliada del sector sanitario. La tecnología se encargaría de gestionar el enorme volumen de datos y los diagnósticos preliminares, liberando a los especialistas para que puedan centrarse en las tareas de mayor valor humano.

En este sentido, el reto trasciende al profesional y apunta directamente al sistema educativo. Es urgente que la formación de los futuros médicos incorpore una sólida alfabetización en inteligencia artificial en los planes de estudio.

Las nuevas generaciones de sanitarios deben aprender a navegar en un entorno donde la tecnología y el factor humano están condenados a entenderse para garantizar la mejor atención posible. La adaptación ya no es una opción, sino una necesidad imperiosa.