
Desarrollo profesional
Le escribió al fundador de Google pidiéndole consejo: hoy es el jefe de una de las divisiones más importantes de la compañía
Un alto cargo de Google cree que la lucha por atraer talento en su sector siempre ha sido intensa, y se pone a él como ejemplo

Era 1999 y Sameer Samat estaba desesperado. Había fundado una empresa tecnológica con amigos, pero llegados a un punto sus socios querían dejar el trabajo para estudiar un máster. Él consideraba que lo más importante era que la empresa siguiera creciendo. Como no conseguía convencer a sus compañeros, Samat abrió su bandeja de correo electrónico y empezó a escribir uno.
"Sí, este es un correo escrito a las tres de la madrugada en un día de 1999", comenzó. Su destinatario no era otro que Sergey Brin, uno de los fundadores de Google, el gigante tecnológico del buscador. Nunca había hablado con él pero se decidió a enviarle una petición de auxilio: quería su consejo. Quería saber qué haría Brin en su lugar, si viera que sus socios de negocios estaban decididos a aparcar su carrera profesional para seguir formándose. "Estoy seguro que también tuviste que lidiar con el dilema de si ir a una escuela de negocios".
Brin respondió al minuto. "Te entiendo". Samat fue invitado a Google y allí conoció en persona al legendario fundador del buscador. Hoy, Samat es el jefe de Android en la compañía: Google es la propietaria del sistema operativo presente en más del 70% de los teléfonos móviles.
Pero su primera reunión con Brin no le convirtió de la noche a la mañana en el jefe de una de las divisiones más importantes de la multinacional estadounidense. Lo que sí sucedió es que cuando Samat llegó a Google para entrevistarse con Brin, este le ofreció trabajo. Pero él lo rechazó.
Rechazar a un gigante como Google
Samat llegó al despacho de Brin y allí se vio de repente envuelto en una entrevista de trabajo no solicitada. Samat, halagado, rechazó la posterior oferta: realmente estaba muy comprometido con su startup, que acabó vendiendo años después. Sin embargo, Brin entendió perfectamente el rechazo. Fue, en palabras de Samat, "superamable" e incluso le presentó a varias personas que le ayudarían con su emprendimiento. "No tenía por qué haberlo hecho".
Con perspectiva, Samat cree que no se equivocó al haber rechazado la oferta de una de las leyendas de la industria tecnológica global. Lo reconoce así en una entrevista reciente con el medio estadounidense Business Insider: se quedó en su negocio y aprendió muchísimo. Tiempo después, también él hizo un MBA para aprender a dirigir negocios. Aunque considera que "no hay nada como tomar un buen plan y salir corriendo como un loco". "A veces la ingenuidad te hace ser mejor emprendedor", opina.
Samat tuvo una segunda oferta de trabajo de Google en 2008, justo cuando acababa de vender su empresa. Esta vez también dudo, aunque le acabaron convenciendo. Quería montar una segunda empresa y lo que le entusiasmó fue pensar que tal vez en Google conocería a su futuro socio. Disfrutó de su empleo, aunque volvió a dejar Google en 2015.
No tardó en volver: aquel año Google anunció que su nuevo CEO sería Sundar Pichai. Pichai llamó a Samat pidiéndole que regresara, y este no lo dudó. "Es como un hermano mayor". "Cuando me preguntó si quería volver a trabajar con él en Android y Google Play, la decisión fue muy fácil". Hoy, es el responsable de uno de los sistemas operativos más usados en todo el mundo. Y todo empezó con un correo electrónico de madrugada y una oferta de trabajo inesperada.
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