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Papa Francisco Inteligencia Artificial

El Papa Francisco y su última advertencia sobre la IA: "Afectará a la crisis de la verdad en el foro público"

El desarrollo de la inteligencia artificial exigía, a ojos del pontífice, una atención especial para no perder la capacidad de discernir realidad y falacia creada por ella

Imagen de archivo del Papa Francisco Dreamstime

Pocos días antes de verse afectado por una neumonía bilateral que lo mantendría ingresado por espacio de 38 días y que complicó su estado de salud hasta terminar con su fallecimiento, el papa Francisco participó a través de una carta enviada al Presidente del Ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, en la reunión que se celebró en Davos (Suiza) entre el 20 y el 24 de enero de este año. En su mensaje, el santo padre se pronunció sobre cuestiones de constante actualidad recogidas por Swiss Info.

La reciente edición se centraba en los avances de la inteligencia artificial y se celebraba bajo el lema "Colaboración para la era inteligente", cuestión sobre la que el pontífice mostró sus preocupaciones ante los líderes mundiales tal como hiciera meses atrás en la cumbre del G7 celebrada en suelo italiano.

La falsa verdad de la inteligencia artificial

Davos fue la cita aprovechada por el máximo mandatario de la Iglesia católica para alertar de algunos de los riesgos que se plantean a la humanidad con el avance de la inteligencia artificial, poniendo especial énfasis en su misiva en la capacidad de esta de asimilar su comportamiento al de los seres humanos y los peligros que ello puede comportar a efectos de comunicación y veracidad: “los resultados que es capaz de lograr son casi indistinguibles de los de los humanos, lo que plantea dudas sobre su efecto en la creciente crisis de la verdad en el foro público”, destacó Francisco.

El hecho de que se esté entrenando a la inteligencia artificial con el conocimiento humano para que sea capaz de tomar decisiones con autonomía y siendo capaz de adecuar sus decisiones a las circunstancias de cada momento suponían para el pontífice una alerta y un foco de control por parte del ser humano. Davos sirvió para poner sobre la mesa los temas que se vislumbran en el horizonte como las grandes amenazas globales.

El papa Francisco no veía con buenos ojos que los humanos perdieran su capacidad de limitar el avance de la inteligencia artificial o el hecho de dar a esta una posición extraordinaria frente a las personas en materia de confianza, tal como destacó en sus palabras en el Foro Económico Mundial: “Plantea importantes cuestiones relacionadas con la responsabilidad ética, la seguridad humana y las implicaciones más amplias de tales avances para la sociedad”, remarcó.

“Plantea importantes cuestiones relacionadas con la responsabilidad ética, la seguridad humana y las implicaciones más amplias de tales avances para la sociedad”

El papa Francisco en el Foro Económico Mundial celebrado en Davos el pasado mes de enero

La importancia de las palabras de Jorge Mario Bergoglio es mayor si cabe si se tiene en cuenta el momento y la cita en que las ofreció a través de su escrito: para 3.000 líderes mundiales de más de 125 países, incluidos 350 jefes de Estado y de Gobierno, ejecutivos de empresas, formuladores de políticas y representantes de organizaciones internacionales. Todos ellos actores clave en un desarrollo que para el difunto papa debía mantener las premisas de seguridad y justicia.

El fallecimiento del papa Francisco llega apenas tres meses después de mostrar su postura ante la inteligencia artificial, pero quedan como legado sus palabras para empresarios y líderes del sector y para los gobiernos, responsables de contener y salvaguardar su desarrollo con, tal como apuntó el propio pontífice: “con la debida diligencia y vigilancia”.