Lentillas
Tus ojos como pantalla: las lentillas inteligentes que convierten la visión en realidad aumentada
Las lentillas inteligentes prometen sustituir al móvil con información proyectada directamente en la visión
Mira a tu alrededor en cualquier metro o autobús, si te fijas bien verás que casi todos los pasajeros tienen la mirada fija en una pantalla.
El móvil se ha convertido en extensión de nuestra mano, pero también en una especie de cárcel que nos obliga a estar siempre pendientes de él.
Y lo curioso es que, después de años de avances espectaculares, hoy los fabricantes apenas nos ofrecen más cámaras o más megapíxeles.
Es por eso que unos científicos quieren ir más allá, y podríamos decir que la revolución podría estar en algo tan íntimo como nuestros ojos.
Los ojos como nueva pantalla
Las llamadas lentillas inteligentes prometen liberarnos de la tiranía del teléfono.
No se trata de un gadget más, sino de un dispositivo que se integra en el cuerpo y muestra información solo cuando la necesitamos.
Algo así como una tecnología invisible que acompaña al movimiento del ojo y que, en teoría, podría sustituir muchas de las funciones que hoy asociamos al móvil.
Los primeros prototipos ya existen. Un fabricante estadounidense ha presentado una lente escleral, que cubre todo el ojo, con pantalla, batería y sistemas de comunicación integrados en una lámina minúscula.
La primera versión mostrará imágenes monocromas con una densidad de 14.000 píxeles por pulgada.
Algo que puede parecer poco, pero es suficiente para probar aplicaciones reales, como ayudar a personas con ceguera parcial a distinguir señales de tráfico, hasta mostrar datos básicos como la puerta de embarque en un aeropuerto o el número de pasos en un entrenamiento.
Pero lo más interesante es que sus posibilidades van más allá.
Se habla de enfoque dinámico, para leer y mirar a lo lejos sin esfuerzo; de la monitorización de la salud, midiendo glucosa o presión ocular.
De realidad aumentada, con objetos virtuales superpuestos en la visión real, e incluso de liberación de fármacos, por ejemplo para tratar el glaucoma.
Pero, como en cada nueva tecnología, esta se enfrenta a distintos retos, y en este caso el más importante está en la miniaturización tecnológica, es decir, la creación de baterías, procesadores y circuitos que sean lo bastante pequeños y cómodos para llevarlos todo el día.
Y, por otro lado, también está la ergonomía esencial, ya que nadie quiere una lentilla que moleste tras unas horas de uso.
Esto hace pensar que quizás dentro de unos años no saques el teléfono para leer un artículo como este.
Quizá lo leas directamente en tus propios ojos, proyectado en una lentilla que te acompaña sin que apenas notes que está ahí.
Y entonces sí, podremos decir que el móvil ha dejado de ser imprescindible.