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Inteligencia artificial Yuval Harari

Yuval Noah Harari, experto en tecnología, alerta sobre la IA: "Nos harán pensar que nuestro amigo robótico tiene conciencia"

El historiador israelí quiso advertir sobre los complejos debates filosóficos a los que puede dar pie el avance de la inteligencia artificial

Yuval Noah Harari durante la entrevista para Diario de un CEO Facebook Yuval Noah Harari

El progreso de la inteligencia artificial escala a un ritmo vertiginoso y muestra su influencia hasta en los aspectos más cotidianos. Tenemos acceso a ella en buena parte de los dispositivos con los que interactuamos desde que nos levantamos y hay un número cada vez mayor de empresas trabajando en implementarla.

Entre ellas encontramos ejemplos de empresas de robótica en suelo europeo como el de la firma alemana Neura Robotics, que tiene ya un horizonte temporal muy cercano para el lanzamiento de su tercera generación de humanoides con el 4NE-1, que llegará con capacidades cognitivas: será en junio de este mismo año.

¿Inteligencia artificial con consciencia?

Pero precisamente el desarrollo de esas capacidades cognitivas no acaba de convencer por igual a toda la comunidad especializada en inteligencia artificial. Una prueba de ello la tenemos en las manifestaciones que en septiembre de 2024 realizó el historiador y escritor israelí Yuval Noah Harari en el podcast Diario de un CEO, que dirige Steven Bartlett.

Harari es conocido entre la comunidad científica a raíz de la publicación de su libro Sapiens, en el que recorre la evolución humana desde la Edad de Piedra hasta nuestros días. Posteriormente, en su obra Homo Deus afrontó una visión de los retos que debe afrontar el mundo con creaciones como la inteligencia artificial, de la que vaticinó un amplio desarrollo en un horizonte temporal de cinco a diez años.

Para todo un experto en la materia como Yuval Noah Harari, la parte que más debería preocupar del desarrollo de la IA es aquella que más acerca a lo no humano a características propias del ser humano, como su capacidad de impostar sentimientos: “Incluso si la IA no tiene sentimientos, ni conciencia, ni sensibilidad alguna, se vuelve muy buena fingiendo tener sentimientos”, mencionaba en un primer momento siguiendo la línea de otros expertos.

El historiador no se quedaba ahí, sino que ahondaba en las consecuencias que puede tener el hecho de que desde un grupo de la población se inicie un movimiento que defienda la semejanza entre IA y humanos con esa supuesta consciencia como punto de partida: “Esto se convertirá en una convención social: la gente sentirá que su amigo artificial es un ser consciente y, por lo tanto, se le deben conceder derechos”, apuntaba Harari.

"La gente sentirá que su amigo artificial es un ser consciente y, por lo tanto, se le deben conceder derechos”

Yuval Noah Harari en su intervención en Diario de un CEO

En sus palabras vemos tanto una preocupación por el desarrollo excesivo de las capacidades de la inteligencia artificial como de la ingenuidad humana, por considerar que cuanto emana de la IA es auténtico, original, casi orgánico.

La meta de querer llegar antes y más lejos en cualquier camino puede llevar a la humanidad a un punto en el que dote a la inteligencia artificial de armas que Harari duda que sea beneficioso poner en sus manos: “Ese es un gran problema, porque existe un enorme incentivo para entrenar IA para que pretendan estar vivas”, manifestaba de forma directa.

En la misma línea se han pronunciado otros expertos en el campo de la inteligencia artificial como Geoffrey Hinton, que han mostrado de forma decidida la necesidad de una regulación y limitación a los avances y poderes que se conceden a la inteligencia artificial.