Tecnología

Crecen las estafas por teléfono: pueden vaciar tu cuenta bancaria con una llamada

Debido al creciente uso de la tecnología en nuestras vidas, muchos estafadores tratan de acceder a nuestros datos personales con métodos más avanzados

Vivimos pegados a un teléfono móvil. Esto es así desde hace más de una década, cuando los “smartphones” comenzaron a ser un miembro más de nuestras vidas. Está claro que la aparición de estos aparatos ha supuesto una revolución en nuestro día a día. Son innumerables las ventajas que ofrecen, pero no todo lo que les rodea es bueno. De hecho, el continuo avance tecnológico en la telefonía móvil ha propiciado la aparición de nuevos métodos de estafa y engaño, que pueden saquear tu cuenta de ahorros o acceder a todos tus datos personales con solo una llamada.

Tanto es así, que el año pasado casi la mitad de las llamadas realizadas fueron hechas por estafadores, y se prevé que para el 2020 este porcentaje aumente. Por ello es importante saber cuáles son los principales modos en el que podemos ser engañados por teléfono y como evitarlo.

1- La más común: llamadas del banco

Uno de los engaños más comunes se producen cuando recibimos la llamada de una persona que se hace pasar por personal de nuestro banco. Realmente, son estafadores preparados, ya que en muchas ocasiones son capaces de decirte el número de tarjeta y la fecha de vencimiento, para hacerte creer que realmente son personal bancario. En la llamada, suelen alegar que hay problemas con tu tarjeta y que para arreglarlos es necesario que les proporciones tus datos, incluido el código PIN. Si obtienen ese número, los estafadores podrán acceder a tu cuenta bancaria.

Para evitarlo, las autoridades, al igual que las entidades bancarias, ya han informado en varias ocasiones que nunca se debe compartir dicha información con nadie. Los bancos nunca solicitarán el código PIN y, mucho menos, por teléfono.

2- Ojo con cargar el móvil en un sitio público

Al igual que no usarías un cepillo de dientes de otra persona, tampoco es recomendable cargar el teléfono en un sitio público, tal como una cafetería, un centro comercial o, incluso, el autobús. El motivo es que los estafadores a menudo modifican los puertos USB de carga y los usan para introducir virus o malware en nuestro dispositivo que puede darles información confidencial guardado en el teléfono.

La solución es evidente: tratar de evitar a toda costa utilizar estos puestos de recargas. Hay opciones alternativas para cargar el smartphone como usar baterías externas o llevar tu propio cable USB que se pueda enchufar a una toma de corriente estándar.

3- Atentos a los robos de número de teléfono

Los que lo hacen llaman a nuestro proveedor de telefonía móvil y se hacen pasar por nosotros aportando información clave. Luego transfieren el número de teléfono de la víctima al estafador. De esta forma, cuando decidas hacer una llamada te saltará una advertencia de que tu SIM se ha desactivado. El problema reside, no solo en que tu número de teléfono ha sido eliminado, más bien transferido, sino que normalmente los números de teléfono suelen ser empleados como clave de seguridad en el acceso a diversas aplicaciones.

De nuevo, la solución es emplear tiempo en responder a las preguntas y respuestas de seguridad. Información a la que sea difícil que acceda el estafador.

4- Mensajes de amigos o familiares, que no lo son

Se trata de una forma sencilla de engaño y cada vez más común. Nos envían un mensaje de texto y forzándonos a responder con otro mensaje u otra llamada, nos cobran una tarifa bastante elevada y que aumenta por cada segundo de conversación. Otra forma es que traten de engañarnos enviándonos un mensaje de texto, supuestamente enviado por nuestro banco. En el mensaje, nos indicaran que accedamos a una web o llamemos a un número. Una vez accedamos se harán con nuestra información personal y de nuestra cuenta.

Para evitar esto, hay que tener cuidado con los mensajes a los que respondemos y asegurarnos de quien nos envía.

5- La llamada de soporte al cliente

De forma parecida al caso anterior, recibiremos una llamada de un soporte de ayuda al usuario de compañías tecnológicas, que nos informaran sobre el estado de nuestros aparatos informáticos. Obviamente, según ellos tenemos un virus que hay que solucionar de inmediato. Para ello, nos pedirán que descarguemos un software para compartir nuestro ordenador con ellos, todo planeado, claro. Mientras nosotros creemos ver todo en directo desde la pantalla de nuestro dispositivo, los estafadores descargan “a escondidas” información personal en segundo plano.