Tecnología

Primer dispositivo del mundo que administra fármacos sin agujas

Fue desarrollado por un equipo de españoles y diferentes empresas internacionales ya sea pelean por él

Primer dispositivo del mundo que administra fármacos sin agujas
Primer dispositivo del mundo que administra fármacos sin agujasArchivo

Para Eduardo Jorgensen, médico español, hubo un momento de quiebre: “Estaba en la consulta y una niña de 10 años con diabetes me dijo que no quería más, que quería dejar el tratamiento. Que estaba cansada de las agujas, que no lo soportaba más. Aquella niña se tenía que inyectar al menos tres veces al día, lo que significa más de 1.000 inyecciones al año. Fue un momento que no olvidaré”. En ese instante, nació Medicsen Smartpatch, el primer dispositivo del mundo que administra fármacos sin agujas. Se trata de un dispositivo diseñado inicialmente para personas diabéticas que utilizan agujas subcutáneas diariamente, pero la tecnología podría adaptarse a otro tipo de pacientes y enfermedades. El Medissen Smartpatch utiliza ondas de ultrasonido, completamente inocuas, para aumentar el tamaño de los poros naturales de la piel, permitiendo la entrada de macromoléculas de hasta 2000KDa.

“Básicamente los poros nos permitían la entrada de moléculas del tamaño de uvas, por buscar una comparación, y gracias a este parche conseguimos introducir sandías. Nuestro dispositivo podría representar un cambio significativo en la vida de millones de pacientes. Las ventajas son innumerables: es estandarizable a múltiples fármacos y patologías, adaptable a todo tipo de piel y capaz de entregar automáticamente la cantidad correcta de fármaco en el momento adecuado sin interacción del usuario, reduciendo los errores en los cálculos”, explica Jorgensen.

Pero hay más, el dispositivo, automatizado a través de un software predictivo, calcula las necesidades de insulina que necesita el paciente, aporta consejos de estilo de vida y soluciona dudas como si puede o no tomar un zumo en 30 minutos. Se trata de un cruce entre un teléfono inteligente y una cafetera de cápsulas: al parche, del tamaño de un smartphone, se le agregan las cápsulas con el fármaco y este se administra de forma segura.

“Hemos tenido muchos reconocimientos, el del MIT es el que más nos ha entusiasmado por lo que significa”, añade Jorgensen. “También tenemos contacto con farmacéuticas y con la asociación española de diabetes, vamos a empezar a probarlo en humanos a finales de este año”. La innovación ha sido seleccionada entre más de 300 iniciativas procedentes de 10 países para la semifinal europea de la cuarta edición de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social.

El 80% reconoce estar insatisfecho

Las inyecciones de insulina son actualmente uno de los tratamientos más utilizados en pacientes con diabetes, pero la mayoría de ellos, hasta un 80%, reconoce estar insatisfecho y demanda nuevos métodos. Incluso la Organización Mundial de la Salud ha pedido sistemas alternativos a las agujas que permitan disminuir la transmisión de enfermedades y mejorar la calidad de vida.

“El precio de las cápsulas es más barato ya que no tenemos que poner los fármacos. El dispositivo, en cambio, es más caro que los bolígrafos de insulina, pero más barato que las bombas de insulina. Se tratará de una suscripción de unos 100 euros por mes. Ya tenemos evidencia en animales y estamos terminando el diseño del dispositivo. La idea es entrar en el mercado en 2023”, sostiene.

Eduardo Jorgensen es el director ejecutivo pero a su lado están César de Mercado, José Carlos Montesinos, a quienes conoce desde los seis años y la directora de ciencia es Patricia Cremades, compañera de la carrera de Medicina de Jorgensen. Lo más interesante es que una vez en el mercado, este parche inteligente servirá para tratar la diabetes, pero también para decenas de enfermedades crónicas, facilitando la vida de millones de personas.