Dinero

Parece un accidente, pero no lo es: así van a robar tu dinero sin que te des cuenta

Se trata de una versión actualizada de la mítica estafa del retrovisor: más efectiva y menos cantosa. Hasta 1.500 euros están en peligro

Fachada del Pazo de Meirás, en el municipio coruñés de Sada, reflejada en el retrovisor de un coche
Fachada del Pazo de Meirás, en el municipio coruñés de Sada, reflejada en el retrovisor de un cocheCabalarAgencia EFE

Siempre pasa. Cuando creemos que algo ha sido erradicado de manera definitiva, vuelve a aparecer. De hecho, suele hacerlo reforzado. Más práctico y más efectivo. Eso es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con la mítica estafa del retrovisor. Fue descubierta y controlada por los Mossos d’Esquadra en 2017, pero ahora parece que ha vuelto a la carga con otro puñado de casos. Así lo ha desvelado el cuerpo policial en sus redes sociales.

¿En qué consiste? En simular un choque. Ni más ni menos. La intención es que el retrovisor del estafador quede destrozado para que, así, la víctima se vea en la obligación de pagárselo. En ese momento, le propondrá abonar el coste de la reparación in situ para evitar la penalización de la compañía de seguros.

Lo más normal es que la persona afectada dude. Pero, entonces, el criminal y sus acompañantes (porque puede haber varios) intentarán ponerla nerviosa y presionarla para que les dé el dinero allí mismo. Finalmente, ésta aceptará y será acompañada hasta un cajero automático para conseguir la cantidad correspondiente.

“No lo hagas, es una estafa”, han subrayado los Mossos en su perfil de TikTok. El objetivo es los delincuentes no es sólo conseguir el dinero, sino también tomar nota del código PIN de la tarjeta de la víctima y proceder a robársela. “Si la parte contraria no quiere llamar a la aseguradora, es mejor contactar con el cuerpo de seguridad llamando al 112 y no pagar ninguna cantidad en efectivo”, han aconsejado en Twitter.

Nueva versión

Hay que tener presente que se trata de una hazaña que cuenta con numerosas versiones. La última detectada, tal y como explica La Vanguardia, ha variado bastante respecto a lasque se detectaron hace cuatro años: ahora, piden con prisas al afectado que inicie el parte de accidente. Lo hacen argumentando que tienen que regresar de forma inmediata a su país de origen. Por lo que, una vez conseguido el teléfono de la aseguradora, simulan hacer las gestiones delante de él. A continuación, le dicen que se ponga en contacto con un agente de su compañía, que en realidad ese otro miembro de la banda.

Éste les explicará que, al tratarse de un vehículo de otro país, el proceso se demorará mucho y que lo mejor es abonar en efectivo los daños y, después, repercutir el pago a la empresa. Lo normal es que pidan entre 1.200 y 1.500 euros, aunque se suelen conformar con menos.