Smartphones
El gadget del sábado: Motorola Edge 30 Ultra, un móvil a la busca de un nombre propio
El último terminal de la mítica marca tiene ADN de smartphone premium y lo mejor de cada casa... ¿qué podría fallar?
Lo primero es de justicia: una alegría que regrese a los primeros sitios una marca mítica como Motorola. Ellos fueron los responsables, allá por la década de 1980, de lanzar el famoso DynaTAC, uno de los primeros móviles del mercado: un ladrillo de un kilo y medio de peso con una autonomía de media hora y que tardaba 10 en cargarse. Poco más de una década después lanzaron el “primer” plegable, el Motorola StarTAC y a partir de allí comenzó la caída. Nokia primero, más tarde Samsung y Apple y luego las marcas chinas lo relegaron a un lugar intermedio. Pero hace unos años han comenzado una campaña de regreso y su último producto está dando mucho que hablar: el Motorola Edge 30 Ultra.
Vamos por partes. En lo que a diseño respecta, destaca su gran tamaño de pantalla (6,7 pulgadas, con OLED en el apellido) y perfiles curvos. También cuenta con una tasa de refresco de 140 Hz (la imagen se actualiza 140 veces por segundo). Viene en versión monocromática (blanco o negro) y un peso adecuado para su tamaño. Los materiales son de calidad y se nota a primera vista que apunta al sector penthouse de la tabla: lo más alto.
Su interior también destaca por varios factores. Batería de 4.610 mAh, con carga rápida de 125 W e inalámbrica de 50 W (sí, carga más rápido este teléfono en modo inalámbrico que el iPhone 14 con cable). Y la respuesta es afirmativa: incluye el cargador. En el cerebro maneja el último procesador de Qualcomm, el Snapdragon 8+ Gen 1. Le suma una memoria de hasta 12 GB para el sector RAM y hasta 512 GB para el apartado almacenamiento. Las capas mínimas de Motorola en el sistema operativo (Android, la duda ofende) hacen que sea muy rápido.
Y llegamos a uno de los reclamos más mentados: la cámara. La principal cuenta con tres lentes con sensores de 12 MP (muy digno), un gran angular con opción macro de 50 MP (muy, muy bueno) y un sensor… “tiro la casa por la ventana” de 200 MP. El conjunto (procesador, diseño, batería y cámara) es un lujo, con lo más avanzado de cada casa. Si a eso le unimos un precio muy competitivo de 899 euros, la tentación es muy fuerte para quienes busquen este tipo de móviles, ya que es el de mejor (sin duda) matrimonio calidad/precio. Pero ahí está el principal problema del Motorola Edge 30 Ultra: tiene lo mejor de cada casa, pero por ahora vive de alquiler podríamos decir. Somos los mayores de 35 los que recordamos los días de gloria de esta casa (que en 6 años cumplirá un siglo) y ahora se abre paso en un mercado muy competitivo en el que no solo cuentan las prestaciones, el diseño o el precio: también tiene un peso específico el pasado más reciente. Y aquí es donde muchos no sitúan a Motorola en el dueto reinante de alta gama (léase Samsung y Apple). La estrategia de vestir de gala a este teléfono es muy buena, el ajuste de precio es muy acertado: lleva lo mejor y es el más barato. Porque de otro modo no puede abrirse paso.
Ojalá la estrategia le resulte fértil a Motorola: obligaría a la pareja antes mentada a actualizarse e innovar (sobre todo a la manzana) y así ganamos todos, tengamos el móvil que tengamos.
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