Spam
Una exteleoperadora revela el truco definitivo para dejar de recibir llamadas spam
Eléonore Bounhiol trabajó como teleoperadora para un gran banco realizando encuestas telefónicas
Más de un año después de la última actualización de la Ley General de Telecomunicaciones que debía acabar con las llamadas spam, estas continúan produciéndose. Bien por las excepciones que establece la normativa, 'que exista consentimiento previo para recibir este tipo de comunicaciones comerciales' —lo que se consigue de forma inadvertida por el usuario a través de los términos del servicio de una app o servicio—, o por malas prácticas empresariales como puede ser no respetar la inclusión de los usuarios en la Lista Robinson, una de las opciones más usadas para tratar de evitar este tipo de llamadas no deseadas.
En cualquier caso, el spam sigue siendo un problema para muchos usuarios. Según el Informe Global sobre Amenazas de Llamadas realizado por Hiya, una compañía estadounidense que proporciona servicios de protección contra el spam y el fraude telefónico, durante el tercer trimestre de este año España y Francia han sido los países europeos con tasas más altas de spam, al igual que ha sucedido durante todo el año anterior. En España, abundan las estafas bancarias tras este tipo de llamadas spam, que los ciudadanos reciben, de media, 10 veces al mes.
Ahora, la persona que recibe este tipo de llamadas tiene opciones para evitarlas, que es lo que recuerda la exteleoperadora Eléonore Bounhiol en la revista francesa Maison & Travaux. Hace una década, Bounhiol trabajó como teleoperadora realizando encuestas telefónicas para un gran banco francés. No estaba contratada directamente por la entidad, sino por una agencia de publicidad que tenía una subcontrata con el banco.
La exteleoperadora explica que este tipo de empresas emplean sistemas automatizados para realizar las llamadas. 'Mientras una persona no haya contestado, su número permanecía en nuestra lista de devoluciones de llamadas automáticas. Esto significaba que se podía llamar al mismo número varias veces al día durante días y días seguidos', señala Bounhiol. Por este motivo, ignorar la llamada y no contestarla no es suficiente para dejar de recibirlas, dado que el sistema la seguirá repitiendo periódicamente hasta que el receptor descuelgue.
Bounhiol recomienda contestar la llamada, aunque no se tenga la intención de conversar. Y, a continuación, 'solicitar explícitamente que se le elimine de la lista de llamadas', dado que 'la empresa tiene la obligación legal de hacer cumplir su solicitud', algo que sucede tanto en Francia como en España.
Otro aspecto llamativo que revela Bounhiol sobre el funcionamiento de las llamadas no deseadas es que, como teleoperadora, jamás podía dar por terminada una conversación y que siempre debía ser el receptor quien lo hiciera, incluso en los casos en que les respondían con insultos. Para sortear el rechazo al principio de la llamada, también debía asegurar que solo llevaría 'unos segundos', cuando en realidad iban a ser más de 10 minutos.
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