En 25 países

El F-16, uno de los cazas más letales del mundo, cumple, en plena forma, 50 años desde su primer vuelo

El primer prototipo despegó, de forma casi accidental, un 20 de enero de 1974, aunque habrían de pasar cinco años para que se incorporará a la fuerza aérea de Estados Unidos

Poco podían imaginar los militares estadounidenses y los ingenieros del fabricante General Dinamics el 20 de enero de 1974, al contemplar el primer vuelo de aquel primer prototipo de caza, que, 50 años después, seguiría siendo unos de los aviones de combate más exitosos del mundo. Ideado inicialmente como un caza ligero de acuerdo con las reglas de vuelo visual diurnas, fue evolucionando hasta convertirse en el Fighting Falcon F-16 que actualmente conocemos, un aparato polivalente especializado en el combate aéreo cercano que introdujo numerosas innovaciones, entre las que se incluyen una cabina tipo burbuja sin armazón para una mejor visibilidad, la palanca de control lateral para un mejor control bajo fuerzas G elevadas y el asiento reclinado para reducir el efecto de las fuerzas G en el piloto. Fue el primer avión de combate construido a propósito para soportar giros de 9 G.

Su buena relación empuje a peso le proporciona potencia para incluso ascender y acelerar verticalmente, si es necesario.​ Para llevar a cabo sus misiones dispone de un cañón automático interno M61 Vulcan y hasta 11 soportes externos para montar varios tipos de misiles, bombas, tanques de combustible suplementarios y pods (contenedores de aviónica, contramedidas, etc.).

Y además, ha sido un gran éxito en el mercado de exportación, habiendo sido seleccionado para servir en las fuerzas aéreas de 25 países de todo el mundo. De hecho, se convirtió en el mayor programa de aviación de combate de reacción de Occidente, con más de 4.570 aviones construidos desde que su producción fuera iniciada en 1976.​

Aquel vuelo inaugural del 20 de enero de 1974 fue solo el primer paso hasta convertirse en lo que es hoy. El objetivo era crear un caza capaz de superar los defectos que se habían ido detectando en los años anteriores en otros aparatos como el mítico F-4 Phantom II, sobre todo de cara al combate aéreo cercano.​ El proyecto para su construcción fue aparcado para sacar adelante el F-15, pero aun así, años después, en 1971, se puso en marcha el programa LWF (Lightweight Fighter), que buscaba un avión de un peso de 9.000 kg, bajo coste, muy altas prestaciones por debajo de Mach 1,6 y buena relación empuje/peso.

En principio sólo nació para establecer hasta qué grado se podría desarrollar un caza pequeño y barato, pero rápidamente se vio su potencial para la exportación. El 13 de abril de 1972 fueron elegidos los modelos General Dynamics 401 y Northrop P.530, renombrándose YF-16 e YF-17 respectivamente, siendo el primero el ganador al tratarse de un diseño totalmente nuevo, que incluía numerosas innovaciones tecnológicas, tales como controles de vuelo fly-by-wire, inestabilidad y cabina de vuelo avanzada.​

El primer vuelo del prototipo YF-16 tuvo lugar en la Base de la Fuerza Aérea Edwards (California) el 20 de enero de 1974, aunque fue un primer vuelo inesperado. Durante ese día las pruebas eran de rodaje a alta velocidad, pero a 222 km/h el avión comenzó a oscilar violentamente y el piloto Phil Oestricher decidió elevarse para evitar salirse de la pista y, luego, aterrizar nuevamente. El primer vuelo planificado ocurrió el 2 de febrero de ese mismo año, en el que el avión logró ascender hasta los 9.000 metros y alcanzó velocidades de más de 600 km/h. El segundo prototipo voló el 9 de marzo de 1974.

Tras varias modificaciones técnicas y en el fuselaje, la fabricación de preproducción se puso en marcha a finales de 1975 y el primer ejemplar, un monoplaza F-16A, salió de la fábrica el 20 de octubre de 1976, aunque no sería entregado a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos hasta el 6 de enero de 1979. El avión recibió el 21 de julio de 1980 su apodo formal de «Fighting Falcon» y entró en servicio en la USAF con la 388.ª Ala de Cazas Tácticos en la Base de la Fuerza Aérea Hill el 1 de octubre de 1980.

A lo largo de todo este tipo, el F-16 ha sido actualizado en muchas ocasiones y mejorado bastante, lo que significa que se trata de un caza de cuarta generación con algunas capacidades de quinta generación, incluido el radar avanzado, aunque todo dependerá de qué modelo se le entregue a Ucrania, pues no todos los países tienen la misma versión.

De hecho, nació sin capacidad de combate BVR (más allá del alcance visual) pero los clientes solicitaron la integración del misil semiactivo guiado por radar AIM-7 Sparrow, que se integraría en la variante Block 15 ADF (Air Defense Fighter) y Block 20. Posteriormente recibió el más moderno. AIM-120 AMRAAM, guiado por radar activo. El F-16 fue el primer caza en derribar otro avión utilizando este misil, derribando un MiG-25 iraquí en 1992.

Hoy en día, el F-16 puede emplear una amplia gama de armamento, incluidas bombas convencionales, bombas de corto alcance misiles, armas nucleares, bombas de precisión y su cañón M61 Vulcan de 20 mm.

Otra de las mejores introducidas, a partir del Bloque 40, fue la integración del Joint Helmet-Mounted Cueing System (JHMCS), un casco con pantalla integrada gracias al cual, usando un pequeño proyector, el piloto ve la misma información que se muestra en el HUD (Heads Up Display) en la visera del casco. Entonces, cuando mira fuera del avión, todavía tiene datos como velocidad, altitud, rumbo, objetivos y amenazas. Además, permite al piloto apuntar misiles mientras mira al objetivo, sin tener que cambiar la trayectoria de vuelo del avión.

Una de las más recientes novedades es la integración del avanzado radar APG-83 AESA de Northrop Grumman, que proporciona al Bloque 70/72 (como el entregado a las fuerzas aéreas de Eslovaquia o Bulgaria) capacidades de radar de combate de quinta generación aprovechando el hardware y software común con los radares AESA F-22 y F-35. Ofrece mayor conocimiento de la situación, flexibilidad y orientación más rápida en todo clima y proporciona a los pilotos detalles del área objetivo sin precedentes y visualizaciones de mapas digitales que se pueden personalizar con funciones de giro y zoom.

Asimismo, incorpora el Sistema Automático para Evitar Colisiones Terrestres (Auto GCAS), diseñado específicamente para prevenir accidentes mortales y que ya ha salvado las vidas de múltiples pilotos desde que el sistema entró en servicio con la Fuerza Aérea de EE. UU. a finales de 2014. El Auto GCAS está diseñado para reducir los incidentes de lo que se conoce como vuelo controlado contra el terreno, o CFIT. Según las estadísticas de la Fuerza Aérea de EE. UU., los incidentes CFIT representan el 26 por ciento de las pérdidas de aviones y un asombroso 75 por ciento de todas las muertes de pilotos de F-16.

El F-16, que puede duplicar la velocidad del sonido, fue construido en virtud de un acuerdo firmado entre Estados Unidos y cuatro países de la OTAN: Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y Noruega, a los que hay que sumar a Portugal, que se uniría más tarde y que también los tiene en su Fuerza Aérea. Así, estos cazas se montan a partir de componentes fabricados en los seis países en virtud de dicho acuerdo de colaboración.

Para adaptarse a las necesidades de estos países y a los de otras fuerzas aéreas que también los han comprado se han ido realizando distintas versiones hasta llegar a 10, desde los primeros F-16A que entraron en servicio en 1979 hasta el F-16C/D Block de 1994. Posteriormente, se ha llevado a cabo una versión F-16E/F para los Emiratos Árabes Unidos en lo que probablemente sea el mejor caza del mundo de cuarta generación. También conocido como F-16 Block 60 Fighting Falcon, el fuselaje fue desarrollado específicamente para los EAU. El caza de Lockheed Martin cuenta con varios sistemas avanzados, como potentes motores GE F110, el mencionado radar Northrop Grumman APG-80 AESA, un sistema integrado de búsqueda y seguimiento por infrarrojos y una capacidad de guerra electrónica de vanguardia.

El pasado viernes, de hecho, el Departamento de Estado de Estados Unidos informaba de la aprobación de la venta de F-16 a Turquía tras la firma del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al ingreso de Suecia a la OTAN. "El Departamento de Estado ha tomado la determinación de aprobar una posible venta militar extranjera a la República de Turquía de adquisición y modernización de aviones F-16 y equipos relacionados por un costo estimado de 23.000 millones de dólares".

Aunque el F-16 ya no se construye para la Fuerza Aérea estadounidense (está previsto que permanezca en servicio hasta 2025), la producción todavía sigue activa en Carolina del Sur para la exportación. Según explica el propio fabricante, Lookcheed Martin, los nuevos F-16 aprovechan las mejoras estructurales y de capacidad que garantizan que la flota internacional de F-16 pueda operar hasta el año 2060 y más allá.

En su larga trayectoria ha participado en numerosos conflictos, sobre todo en la zona de los Balcanes y en Oriente Medio. A pesar de que el nombre oficial del F-16 es Fighting Falcon también es muy conocido por el apodo Viper («víbora»).