Seguridad Vial

Carreteras que todo lo saben

La conexión entre los vehículos y las vías de comunicación será fundamental para mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes de tráfico.

El desafío tecnológico es lograr dotar a las infraestructuras de los niveles de conectividad necesarios para automatizar completamente el transporte
El desafío tecnológico es lograr dotar a las infraestructuras de los niveles de conectividad necesarios para automatizar completamente el transportelarazon

La conexión entre los vehículos y las vías de comunicación será fundamental para mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes de tráfico.

Si bien es cierto que España se encuentra entre los países de la Unión Europea con menor tasa de fallecidos en accidentes de tráfico por cada millón de habitantes, también lo es que el reto para la DGT es reducir la accidentalidad a cero. Y para lograr el objetivo, la instalación de sistemas inteligentes que permitan que vehículos y carreteras estén totalmente conectados resulta fundamental, ya que el factor humano genera entre el 80 y el 90% de los percances al volante.

Las carreteras, poco a poco, se están robotizando. Los sistemas de gestión y regulación del tráfico y detección de infracciones son una realidad desde hace ya tiempo. Pero existen muchos otros sistemas «inteligentes» que hacen la conducción más cómoda y, sobre todo, más segura. Entre ellos destacan los sistemas de iluminación variable de las vías en función de la cantidad de vehículos, los de detección de las condiciones climatológicas, los de alerta en caso de incidentes, los que avisan a los conductores para aumentar la distancia de seguridad, los avisos de tráfico congestionado, las propuestas de ruta alternativa...

Volkswagen, por ejemplo, permitirá que los vehículos se comuniquen entre sí a partir del año 2019 para mejorar la seguridad vial, de manera que la información sobre riesgos a inminentes relacionados con el tráfico se enviará a otros vehículos y al entorno cercano en cuestión de milisegundos.

Y es que, según Ángel Aguilar, director de Desarrollo de Negocio en SICE Tecnología y Sistemas, «el desafío tecnológico es conseguir dotar a las infraestructuras de los niveles de conectividad necesarios para poder automatizar completamente el transporte por carretera, pero la realidad es que esto es imposible si los gestores de las vías no cuentan con dotaciones presupuestarias acordes a la progresiva evolución que se pretende obtener».

Sistemas de ayuda

Actualmente, muchas carreteras ya cuentan con una cierta «inteligencia» al recoger datos a pie de vía a través de sensores y se comunican con grandes centros de control, ofreciendo a los operadores y a los conductores recomendaciones en función de su situación concreta o permitiendo a los vehículos activar de forma «automática» sistemas embarcados de ayuda a la conducción, como es el caso del frenado de emergencia (EBS). Sin embargo, Ángel Aguilar advierte de que la mayor parte de los esfuerzos se han centrado en las vías principales, cuando la realidad es que la red secundaria es la que registra un mayor índice de siniestralidad y, por tanto, donde habría que hacer más hincapié.

En este sentido, desde Volkswagen subrayan que la conectividad entre varios vehículos, así como entre vehículos e infraestructuras viales cercanas, es uno de los pasos importantes para la movilidad conectada, que tiene por objetivo reducir los accidentes de tráfico o minimizar sus consecuencias.

La progresiva automatización del transporte requiere carreteras «más digitales» que garanticen el servicio a vehículos conectados y autónomos en un entorno de confort y seguridad vial. «Las infraestructuras ya no pueden limitarse a ofrecer información a los conductores. Debemos exigirles que sean capaces de aprovechar los recursos que proporciona la industria del automóvil para mejorar su gestión y control del tráfico. Si sólo evolucionan los vehículos, y no la “inteligencia viaria” de la infraestructura, es posible que sufriéramos mayores niveles de congestión del tráfico, especialmente significativos en el periodo de transición y convivencia de vehículos autónomos y convencionales».

El experto de SICE apostilla quenuestro país ha sido pionero en el desarrollo e instalación de tecnología en las carreteras, pero remarca la necesidad de seguir haciendo un esfuerzo por «vestir» las vías con tecnología, por continuar manteniendo y actualizando los sistemas instalados y, sobre todo, por identificar aquellos que alcanzan el fin de su vida útil.

Eficiencia energética

Juan Antonio Cuartero, director general de Negocio de Structuralia, sostiene que las carreteras del futuro estarán dotadas de cierta inteligencia, aunque matiza que ésta habría que entenderla como un medio para obtener un fin y no como una característica intrínseca de la infraestructura. «Cuando hablemos de “smart road” lo haremos de un conjunto de sistemas que utilizan su “inteligencia” para mejorar la seguridad vial de la misma y contribuir al respeto del medio ambiente mediante consumos más eficientes», resalta.