Inteligencia artificial en los procesadores Intel de 10ª generación

Los primeros procesadores ‘Ice Lake’ emplean la microarquitectura Sunny Cove para mejorar el rendimiento a partir de 10 nanómetros y potencias entre 9 y 28 vatios.

La compañía Intel acaba de anunciar que ya tiene listos sus procesadores de 10ª generación, que se empezarán a suministrar a finales de este año con versiones muy variadas para portátiles ligeros y equipos 2 en 1, mejoras en el rendimiento y altas prestaciones en Inteligencia Artificial.

Según el comunicado oficial de Intel, habrá hasta once variantes –tres Core i7, cinco Core i5 y tres Core i3- de 10 nanómetros distribuidas en dos series –Y Series de ultrabajo consumo y U Series de bajo consumo-, con un máximo de cuatro núcleos y potencias de 25, 15 y 9W. Los modelos de alto rendimiento de esta familia de procesadores tardarán algo más en llegar, no antes de mediados de 2020.

Una de las novedades más destacadas, además de la notable mejora en el rendimiento de hasta el 18% en el IPC, es que los nuevos chips basados en la arquitectura Ice Lake cuentan con Inteligencia Artificial de alto rendimiento que será compatible tanto con los ordenadores portátiles como en los equipos 2 en 1 ligeros. Tendrán un TDP (Thermal Design Power) de 9, 15 y 20 vatios y una lógica gráfica con una capacidad de cálculo de operaciones en coma flotante ligeramente superiores a 1 TFLOP, pudiendo mover juegos como ‘Dirt Rally 2’ o ‘Fornite’ a 1080p con imágenes sostenidas cercanas a 60 FPS, además de mejorar la edición de vídeos 4K o procesar fotos en alta resolución.

También se ha mejorado la conectividad de los nuevos chips Intel Core de décima generación al implementar dentro del encapsulado con una controladora que permite integrar hasta cuatro puertos Thunderbolt 3 y conexión WIFI 6 (Gig 6) que, aunque encarece ligeramente el precio, permite prescindir de otros chips dedicados.