Ciencia y Tecnología
Los comandos de voz de Amazon Alexa quedan guardados indefinidamente
Una nueva polémica sobre la protección de los datos de usuarios acaba de abrirse al saber que el asistente inteligente almacena información sensible.
El vicepresidente de Política Pública de la compañía ha respondido a varias preguntas relacionadas con la seguridad y el tratamiento de datos ante el Senado de EEUU.
Los dispositivos inteligentes que hacen nuestra vida más cómoda, como tabletas, smartphones, ordenadores personales y asistentes de voz manejan una gran cantidad de datos sobre nuestra forma de vida, hábitos y gustos, que no siempre están a buen recaudo. Ya sabemos que los buscadores utilizan el historial para sugerirnos determinados artículos con fines comerciales y que a través del perfil en las redes sociales las empresas pueden conocer nuestros gustos, pero ya resulta alarmante que el robot de Lidl lleve oculto un micrófono en su interior y otros muchos temas que desconocemos para espiar nuestra vida.
El penúltimo capítulo en este culebrón lo protagoniza el gigante del comercio Amazon con sus asistentes de voz Alexa, ahora en entredicho al revelarse una información en la que se afirma que guardan de forma indefinida los comandos de voz de sus usuarios, incluso en los casos en que se eliminan, tal como ha reconocido el vicepresidente de Política Pública de Amazon, Brian Huseman, en una carta enviada al senador de Estados Unidos Christopher Coons, en la que ha respondido a varias preguntas relacionadas con la seguridad y el tratamiento de información personal que lleva a cabo este dispositivo inteligente.
El asunto se ha destapado al conocerse que Amazon utilizaba a miles de empleados de su empresa para escuchar comandos de voz de usuarios de Alexa que los transcribían manualmente para mejorar el funcionamiento del sistema. “Mantenemos las grabaciones de voz y sus transcripciones hasta que el usuario decide eliminarlos”, explicó Brian Huseman en referencia a los ajustes del dispositivo, que permiten borrar el historial, aunque hasta que eso sucede, en la minoría de los casos, quedan almacenados indefinidamente.
Lo que sucede es que los datos no se borran completamente, incluso cuando el usuario decide suprimirlos, y se utilizan en aplicaciones de terceros para Alexa. “Cuando un consumidor interactúa con una ‘skill’ de Alexa, el desarrollador de ésta podría también mantener los registros de la interacción”, explicó Huseman.
En los comandos de voz para compras, al confirmar una suscripción a Amazon Music, por ejemplo, o al comprar productos a través de la plataforma, se mantiene un registro de la transacción. En el caso de otro tipo de acciones, como configurar una alarma, recordatorios de calendario o envío de mensajes, Amazon tampoco elimina estos datos, ya que “los consumidores no desearían ni esperarían la eliminación de los registros de voz para eliminar esos datos”, según Huseman.
Entre los políticos norteamericanos ha despertado un gran interés este tema, y el senador Coons ha preguntado a Amazon sobre el funcionamiento de Alexa y qué cantidad de tiempo graba después de un comando de voz, a lo que el vicepresidente de Política Pública de la compañía ha respondido que “procesar audio que no está dirigido a Alexa es costoso, no proporciona ningún valor a Amazon y es perjudicial para la experiencia de los consumidores”.
¿Nos espían sin consentimiento? El asistente Alexa se guarda datos que podrían utilizarse sin que el usuario lo sepa.
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