Rusia está cada vez más agobiado con las estrategias de la invasión a Ucrania. La resistencia de los ucranianos y la ayuda internacional le ha llevado a tomar diferentes medidas entre las cuales se encuentra, por ejemplo, la de desplegar los tanques T-62 que se usaban en la época de la Guerra Fría, aunque mejorados con armadura reactiva y óptica moderna. Pero según Oryx, un grupo de inteligencia de fuente abierta, el Kremlin habría perdido casi 2.000 de estos tanques en Ucrania. Con estos resultados no es extraño que ahora apueste por los T-54, vehículos con más de 70 años de antigüedad.

La apuesta obedece a que muchos de los tanques rusos han sido eliminados por misiles occidentales como el Javelin, enviados a Ucrania con expertos que adiestraron a los militarles locales a utilizarlos. De hecho, en mayo de 2022, los rusos perdieron 70 tanques al intentar cruzar un río.

Según Conflict Intelligence Team (CIT), un grupo de inteligencia con sede en el país de Georgia, el Kremlin comenzó a retirar tanques T-54 y T-55 de una base de almacenamiento en el extremo este de Rusia. Los tanques T-54 y T-55 se construyeron a fines de la década de 1940 y la Unión Soviética fabricó más de 100.000 tanques en la década posterior a la guerra, lo que lo convierte en el tanque más producido en el mundo.

Las fotos de los tanques fueron publicadas en VK, un sitio de redes sociales ruso y muestra que los tanques habían sido retirados del almacenamiento. También descubrieron fotografías de los tanques colocados en trenes para su envío. Todavía se desconoce cuántos se han enviado y si acaso se han actualizado. Y cómo.

Los tanques originales tenían como armamento principal un cañón antitanque D-10T de 100 mm (43 rondas) y una ametralladora SGMT de 7,62 mm. Podían recorrer 325 km (610 km con depósitos adicionales) a una velocidad máxima de 51 km/h.