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Análisis de «Master of Orion»
Esta saga supo llevarnos a los albores del espacio exterior y nos presentó de una manera fantástica la oscuridad, peligros y oportunidades del mundo más allá del planeta Tierra
La década de los noventa nos dejó una saga que marcó toda una generación: ‘Master of Orion’. La obra, que supo llevarnos a los albores del espacio exterior, nos presentó de una manera fantástica la oscuridad, peligros y oportunidades del mundo más allá del planeta Tierra. Sin demasiadas florituras, pero con una jugabilidad que convenció a todo aquel que lo saboreó, el videojuego se convirtió en un título de culto que muchos veteranos recordarán. Ahora Wargaming, la desarrolladora detrás de éxitos como ‘World of Tanks’ o ‘World of Warplanes’, recoge los derechos de este clásico con el objetivo de actualizar sus bases y llevar a la actual hornada de jugadores uno de los grandes títulos clásicos de ordenador. Hemos podido disfrutar del juego una gran cantidad de tiempo y el resultado es francamente prometedor.
Bajo el pseudónimo ‘Conquer the Stars’, ‘Master of Orion’ mantiene la esencia clásica mientras actualiza su jugabilidad y técnica con el objetivo de llamar la atención a los jugadores más dichosos. Diez razas disponibles –la edición coleccionista incluirá una exclusiva-, cada una con sus propios atributos, ventajas y debilidades, se adentran dentro del espacio exterior con el objetivo de hacerse con la galaxia entera. Humanos, Psilonitas, Darlocks y Sakkra, entre otros, se disputarán los planetas en busca de recursos, producción y milicia, con el objetivo de mantener, en todo momento, el control de la galaxia.
Desde el primer momento, ‘Master of Orion’ enseña sus posibilidades paulatinamente. Podremos controlar a nuestro imperio a través de tecnología, recursos, diplomacia con otras razas y explorando los planetas cercanos que tengamos alrededor. Todo bajo un sistema de juego que funciona por turnos y que, de la misma manera que en la saga ‘Civilization’, termina enganchando al jugador de principio a fin. El objetivo de la aventura no podría ser otro que llevar nuestro legado más allá de las estrellas conocidas, siendo necesario expandir nuestra producción, tecnología e ingeniería más allá del sistema solar principal, donde comenzamos la aventura.
Mantener a nuestros súbditos contentos al mismo tiempo que no dejamos de perseguir nuestro objetivo principal, es fundamental para terminar la partida con éxito. Podremos, por supuesto, salir victoriosos de tal titánica tarea cumpliendo una serie de objetivos, ya sea a través de una guerra intergaláctica, aniquilando cualquier enemigo que esté dentro de nuestros dominios –o nuestras futuras conquistas–; empleando la diplomacia, llevándonos bien con otras razas interplanetarias; o incluso mejorando nuestra tecnología, dejando a las milicias enemigas a la altura del betún. El jugador es quien decide, en todo momento, qué camino seguir, siempre en función de los planetas que nos rodean, sus recursos, sus posibilidades, las colonias que podremos dejar en cada uno de ellos y los enemigos que haya alrededor. El esquema por turnos, de hecho, nos da una ligera idea de cómo puede avanzar la partida en función de nuestros movimientos, y la inteligencia artificial, sin ser demasiado amigable, ayuda a ponernos en contexto. Siempre tendremos que estar preparados para lo peor.
En general, el diseño del juego parece estar más basado en la secuela ‘Master of Orion II: Battle at Antares’ que en el juego original, aunque naturalmente no se ciñe a ninguno de los tres títulos anteriores de la saga. Respecto a aquel título, además de diversos cambios menores, como reducir la enorme ventaja de jugar con las razas Psilon y Sakkra, las principales novedades son la inclusión del espionaje y cierta separación entre el árbol de investigaciones científicos y las tecnologías que éstas traen consigo: en muchas ocasiones deberemos elegir sólo una entre dos o tres tecnologías asociadas a un descubrimiento, lo que fuerza a conseguir las demás de otras razas, ya sea mediante diplomacia o espionaje.
Como suele suceder en este tipo de juegos de estrategia, disponemos de tantas cosas que hacer para gestionar nuestro imperio que controlarlo requiere de un diseño de controles y menús al que hay que prestar tanta atención como en cualquier aplicación ‘seria’. Aquí Wargaming aprueba con nota, porque permite tanto microgestionar desde la economía de la colonia a los movimientos de nuestras naves espaciales en la batalla, pero también automatizar muchos elementos si no nos interesa entrar tan al detalle.
Wargaming ha querido dejar claro desde el primer momento que el regreso de ‘Master of Orion’ no iba a ser un regreso cualquiera, sino que están comprometidos en darle una vuelta de tuerca al título no sólo a nivel jugable, sino también a nivel técnico. Las razas están perfectamente representadas, cada una con un diseño más espectacular que el anterior, Terranos incluidos, dándonos la sensación de que la galaxia está poblada de criaturas que desconocemos y que tenemos que combatir –o intentar persuadir- para poder llevar a cabo nuestro plan. También ayuda que las voces de los distintos líderes, además de incluir clásicos del doblaje de videojuegos como Nolan North, cuentan también con grandes del cine y las series de ciencia ficción como Mark Hamill (‘Star Wars’), Robert Englund (‘Pesadilla en Elm Street’ y ‘V’) o Alan Tudyk (‘Firefly’).
Al mismo tiempo, la galaxia está perfectamente representada, dejándonos en todo momento claro cuál es nuestro radio de actuación, las posibilidades que tenemos en cada turno y, en general, dándonos una gran libertad para ser los Julio César de la galaxia. Por supuesto, con el lanzamiento final del videojuego, no sólo tendremos la posibilidad de escoger entre diferentes niveles de dificultad –cada cual más complicado-, así como escaramuzas, sino que además también contaremos con un modo multijugador en línea que promete, desde el lanzamiento de la beta, ser la guinda del pastel que le faltó al título original y que en su secuela sólo funcionaba en redes locales. Las muchas horas que dura cada partida podrán ser disfrutadas luchando contra amigos o compañeros del trabajo tratando de asediar al contrincante, realizando alianzas e incluso declarando la guerra y formando pelotones de naves espaciales. Cabe esperar que este apartado esté especialmente logrado, porque parece claro que Wargaming sabe –y de qué manera, pues sus títulos online multijugador son un claro ejemplo- cómo llevar a cabo.
Por supuesto, la versión preliminar que hemos disfrutado deja en el tintero multitud de opciones que prometen multiplicar la experiencia de juego. En general, el título no sólo va a ser disfrutado por aquellos veteranos y nostálgicos que disfrutaron del original, sino que también va a suponer un punto y aparte para todos los usuarios de ordenador –y Mac- que tengan predilección por la ciencia ficción y el género de la estrategia 4X por turnos. Es pronto todavía para dar un veredicto final al título, pero desde luego que Wargaming ha sabido recoger el fruto original y adaptarlo a una generación que, desde luego, es mucho más exigente que la original.
‘Master of Orion: Conquer the Stars’ ha superado su fase beta para testar y nivelar las diferentes razas disponibles en la aventura, y el videojuego, en su versión final, está disponible desde el día de hoy en varias ediciones, incluyendo, además, los tres juegos anteriores de la franquicia, un regalo para todos los nostálgicos. Desde luego, Wargaming ha sabido en todo momento mantener la cordura a la hora de trasladar una experiencia de juego clásica a la nueva generación, al mismo tiempo que le añade su propio toque multijugador. En definitiva, una aventura que cualquier fan de la ciencia ficción y de la estrategia debería seguir de cerca.
Master of Orion – Tráiler
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